"No sé que haces aquí Piccolo, pero si fuiste tu el que hizo esto. Te prometo que te arrepentirás". Dijo con un semblante serio y abiertamente hostil.
"Tch, ¿Te crees capaz Son?" Dijo con una sonrisa imborrable.
Para después dejar de lado dicha mueca y mirar seriamente a Goku.
"Yo no hice esto, y realmente no me importa demasiado. Pero él tonto de Kami Sama y yo sentimos una presencia desagradable por aquí". Dijo con desdén.
Mientras conversaban Makima veía con interés dicho altercado.
Así que no fui solo yo quien lo sintió. Fue realmente rápido, casi instantáneo. Pero sentí esa presencia, inconfundible para seres de alto rango. Quizás incluso peor que Muerte y Oscuridad.
Pensó mientras veía el tenso intercambio entre Goku y el ser de piel verde.
"Entonces, ¿Quién o qué fue lo que provoco esto Piccolo? Preguntó un confundido Goku.
"Como si supiera". Dijo burlonamente el namekiano.
"Solo se algo Son Goku, esa mujer a tu lado tiene una presencia similar. Y si intenta algo la acabare a ella ya ti". Observando con sospecha a Makima.
"Entonces te detendré. Makima no es una mala persona y no dejare que le hagas daño". Mirando determinadamente a la mitad de Kami Sama.
"No es necesario que me protejas Goku, aunque no hace falta". Dijo el control mirando indiferente.
"Y a quien estamos buscando, es un... demonio, una entidad primigenia. A la par de la muerte y oscuridad". Dijo Makima pensativa.
"Es uno de esos tipos realmente fuertes de tu mundo Makima?" Pregunto ansioso el saiyajin.
"Algo así Goku". Dijo Makima. Mientras un confundido Piccolo pensaba para si mismo acerca de todo esto.
¿Me estas diciendo que ella no es de este mundo? se dijo consternado.
Entonces Makima hablo, y pronuncio las palabras que harían cambiar al mundo entero.
Nombrando al ser de la calamidad...
Aquel demonio del que hablo es, un demonio llamado... Libertad.
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Convivencia Diabólica
FanfictionY si personas totalmente opuestas se conocieran, es una receta para el caos, ¿No? Pero, ¿Y si hablamos de un diablo controlador y un adicto a las batallas? Solo Dios sabrá lo que aquella unión traerá al mundo. Para bien, o para mal.
