Raditz era un saiyajin, Raditz naturalmente amaba luchar y derrotar a cualquier especie que se le pusiera en frente.
Raditz, sin embargo, y como la mayoría de saiyajines. Carecía de sentido común.
Raditz, estaba a punto de pasarla muy mal.
"Kakarotto, eres una vergüenza para nuestra raza". Exclamo enfadado luego de ver que la misión encomendada a su hermano no sólo había sido ignorada, sino que incluso se hizo amigo de aquellas retrasadas criaturas, llamadas terrícolas. Decía aquel misterioso sujeto que llego de la nada.
"No puede ser posible que hayas ignorado totalmente la orden de exterminar a estas basuras". Mirando al son con asco.
"Por mucho que te desagrade, este es mi hogar y amigos. No me importa si eres mi hermano, no te dejare que lastimes a nadie". Decía Goku mirando seriamente al denominado Raditz.
"Tch. Solo un golpe en la cabeza puede ser la razón de tu cambio de personalidad".
"¿Eh? ¿Cómo sabes que me caí de niño?".
"..."
"Maldita sea Kakarotto". Tomándose la cara con desesperación.
"Dime". Viendo a través de sus manos a Goku.
"Ese niño, ¿Es tu hijo verdad?" señalando a Gohan que se hallaba escondido detrás de su padre.
Goku frunciendo el ceño asintió.
"Entonces, ¿No te importara que lo tome prestado verdad?" soltando una sonrisa maliciosa.
Desapareciendo del lugar y tomando desprevenido a Goku mientras recibía un golpe de lleno.
"Tendrás que llevar cien cuerpos humanos en un paramo al sur para demostrar que eres un digno guerrero saiyajin Kakarotto, de esa forma te dejare a tu hijo. De lo contrario acabare con todos ustedes".
Un Goku adolorido escuchó las palabras del susodicho con irritación.
Maldita sea baje mucho la guardia
Raditz se fue, y de esa forma, sello su destino.
"No sabia que querías ayudar Piccolo". mirándolo con curiosidad.
"Tch, tengo una cuenta pendiente con ese maldito, es todo".
"Entonces apresurémonos. O de lo contrario Makima se va a enojar por llegar tarde a casa".
Ajeno a un ave que se encontraba sobrevolando encima de el. con unos característicos ojos anillados.
"Siento su ki cerca, prepárate Piccolo".
Frunciendo el ceño el namekiano. centro su mirada en donde percibían la energía de Raditz.
"Eres un tonto si crees que me vas a derrotar Kakarotto". Decía con desdén. Viendo al otro saiyajin adoptar una pose de pelea.
"Aún no has visto nada" decía sonriendo Goku.
"Piccolo, repitamos lo de aquella vez".
"No hace falta que lo digas". Escupiendo con burla.
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Convivencia Diabólica
FanfictionY si personas totalmente opuestas se conocieran, es una receta para el caos, ¿No? Pero, ¿Y si hablamos de un diablo controlador y un adicto a las batallas? Solo Dios sabrá lo que aquella unión traerá al mundo. Para bien, o para mal.
