VOX (𝐻𝑎𝑧𝑏𝑖𝑛 𝐻𝑜𝑡𝑒𝑙)

168 13 1
                                    

HAZBIN HOTEL

••••••••••••••••••••

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

••••••••••••••••••••

🅥︎🅞︎🅧︎

𝒰𝓃 𝒹𝒾́𝒶 𝓃ℴ𝓇𝓂𝒶𝓁 ℯ𝓃 ℯ𝓁 𝒾𝓃𝒻𝒾ℯ𝓇𝓃ℴ...

Me siento tan jodidamente estrujada con este top de cuero, soy una butifarra; quiero arrancármelo de cuajo aunque tras ello me quede en paños menores frente a las putas cámaras que me apuntan, no están encendidas sin embargo, pero de algún modo tengo la axfisiante sensación de estar siendo observada por millones de personas. El estudio está oscuro, no veo a nadie detrás de los trípodes ni a Valentino sentado en su seguramente cómodo trono con un guión lleno de guarradas en sus manos manejándome a su antojo desde él.

"Cssss..." Oigo un corto y agudo sonido atrás de mí, como si hubiese soltado un chispazo un cable pelado conectado a la electricidad, incluso puedo oler a quemado. Doy media vuelta, desde donde creo que proviene, y me encuentro inesperadamente cara a cara con mi reflejo en una pantalla rectangular a mi altura. Él. Vox es quien me está grabando y no ha tenido ningún reparo en mostrarme que estoy semidesnuda en directo.

-- ¡Cabrón! -- Su risa prepotente resuena en respuesta por toda la sala, descojonándose de mi situación.

•••

-- ¡TN, coño!

-- ¡Aaa! -- Grito por el repentino despertar provocado por mi jefe. -- Ay... -- Me toco la cabeza inconscientemente y en seguida me dejo caer sobre la almohada de mi cama. -- ¿Qué hora es? ¿Qué haces aquí?... -- Sueno tan somnolienta como alguien que se ha echado una siesta tras una semana sin dormir. Además, para acompañar mi voz, tengo los ojos cerrados. Si no me habla rápido voy a caer dormida otra vez.

-- ¿Qué estabas soñando, con una polla minúscula? -- Sé que se le ha dibujado una gigantesca sonrisa en el careto de pensarlo. -- Gritabas como si de eso se tratase. -- Oí cómo suspiraba con suavidad, ¿en serio está fumando?, ¿no puede estar sin su puto cigarro ni un segundo?

-- Am... No sé, no... No lo recuerdo. -- Miento y me muevo para darle la espalda, acto que me condenó durante todo lo que quedaba de día.

-- ¡No te vayas a dormir otra vez! -- Me zarandea tomándome del hombro y resopla hostil. -- Qué perezosa te has vuelto, joder.-- Se pone en pie y camina lejos de mí, en dirección a la puerta mientras me sigue exigiendo que me levante -- Menos mal que eres mona. ¡Vox!, ¡Vox! ¡activa la alarma de una puta vez, haz que esa perra mueva el culo!-- Ya está afuera de mi cuarto pero temo que su presencia va a ser sustituida por la de su socio. Escalofríos me queman la espalda y me hacen reaccionar, ese tío ya me pone nerviosa de por sí, más aún después de ese jodido sueño con él.

-- ¡Aagh! -- Me quejo y me siento en el borde de la cama para poder despejar la mente antes de desvelarme por completo.

-- ¿Te crees que soy Alexa o qué?... -- Se acerca. No. No quiero verle.

-- ¡Ya estoy despierta! ¡No entres! -- Le grito desesperada acompañando mis palabras poniéndome en pie.

Toca un par de veces la puerta abierta con sus nudillos y asoma la cabeza por el umbral.

-- Buenos días. -- Está serio, es raro ver esa expresión en su pantalla. Pronto aparecen unos números en esta. -- Es 10 de Febrero, son las diez y media de la mañana y tienes cuarenta y cinco minutos para prepararte antes de grabar. -- La voz no es la suya, se asemeja más a la de un asistente virtual.

-- Ya, ya, lárgate. -- le hago un ademán con la mano.

-- No tardes. -- Deja una taza sobre el escritorio al lado de la puerta y desaparece en un chispazo azul de un segundo a otro.

Suspiro pesadamente al aire y doy gracias al cielo que no me dio mucha conversación, no podría mirarle a los ojos por más de un segundo, todavía no. Me fijo sin querer en la taza. ¿Estoy borracha aún o esa es la suya? Tiene ese simple decorado de una línea celeste sobre una base azabache. Quizás solo se le haya olvidado aquí...

•••

-- Hola, ya estoy a-... -- No puede ser.

La puerta por la que entrado se cierra sola atrás de mí con un portazo agobiante. Empiezo a sentirme terriblemente acorralada por estas cuatro paredes oscuras.

-- 5 minutos tarde. Apresúrate, tengo que grabar el nuevo comercial. -- Vox está en la silla donde debería estar mi jefe.

-- ¿Y Valentino?

-- Ocupado. -- Se encoje de hombros antes de arremangarse su camisa blanca.-- Vamos. -- Señala la cama vacía iluminada por enormes focos con su cabeza.

•••

-- Grabando. -- Ahora está sonriendo de lado mientras me observa con perversión o entretenimiento. Sea lo que sea no disimula que se está divirtiendo como un niño.

Un hombre alto y vestido con exclusivamente un bóxer se acerca y se coloca encima de mí agresivamente. "Perra" me sujeta el cuello sin presión y fuerzo una mueca de dolor. Mis manos están atadas al igual que mis piernas por unas cuerdas sujetas al cabecero y a las patas del mueble. "Por fin despiertas... Incluso dormida te mojas cuando me acerco..." Sonríe de lado enseñándome sus colmillos y su otra mano pasa por mi cintura. "Se me va a deslizar sola dentro de ti, joder"

-- ¡Corten! -- Grita Vox de repente, llamando la atención de mi compañero que mueve su cabeza hacia él. -- No me estoy creyendo una mierda, ni si quiera se me ha puesto dura. Necesito más... -- gesticula torpemente con las manos buscando las palabras. -- ¡Más violencia!

El tiburón me observa confundido y vuelve a dirigirse a Vox:

-- Yo... Eh... Es lo que pone en...

-- Lárgate. -- Aletea la mano en el aire mientras se acerca a nosotros. ¿Qué va a hacer? Maldita sea, me siento demasiado vulnerable estando desnuda y con él al lado. Salta sobre mí abruptamente. Por favor, no, que me trague la tierra.

-- ¿Sabes improvisar, cabrón? -- Agarra mi cabello con una mano sin preocuparse de si me duele y hace lo mismo en mi pescuezo. Su pantalla iluminada se acerca a mi rostro y no puedo hacer otra cosa que ladear la cara para no mirarle.
-- Jodida perra... Aún inconsciente tu vagina chorrea cuando papi aparece. Ahora despierta estoy seguro que te va a entrar sin si quiera hacer fuerza, joder... -- De repente siento su lengua en mi cuello. ¡Carajo, no, no hagas eso! Su mano baja y acaricia mi cintura desde mis costillas hasta mi pelvis y se desvía hacia mi feminidad desnuda, pero no la toca. Se detiene antes de llegar a ella. -- Voy a llenarte de mi esencia hasta el estómago, sé que lo estás deseando, preciosa... -- Me lo susurra al oído en un tono distinto, como si me lo estuviese diciendo personalmente a mí y no a las cámaras, ademas del pequeño detalle de que esa frase no aparece en el guion. Me mira con su típica mueca sonriente y acaricia mi mejilla. -- ¿Tomaste nota? -- Se vuelve a poner en pie sin mirarme... Dios... Mi entre pierna está palpitando y sé que estoy mojada como un río.

𝐶𝑂𝑁𝑇𝐼𝑁𝑈𝐴𝑅𝐴...

ONE SHOT Where stories live. Discover now