Michael no lo sabe, pero está a punto de encontrar a su Omega en el lugar menos esperado.
Cole el primogénito de Vlad y Van Helsing esta por descubrir el amor y a su Alfa.
Han pasado varias semanas ya desdé que llegó a aquel lugar, estaba encantado con las personas y por supuesto con su Omega. Vivía en paz y tranquilo, dormía con la certeza de que nada malo pasaría mientras dormía. Se acostumbró a las tradiciones, las reglas y todo lo referente al lugar, Cole le ayudaba todo el tiempo, al inicio fue un tanto incómodo pero los líderes lo aceptaron y teniendo la aprobación de Vlad y Van Helsing todo estaba bien.
No volvió al exterior, no era necesario esperaba que Serena y Lucian estuvieran bien, pero de momento no podía arriesgarse a irse no ahora que sabía del estado de su Omega, no lo dejaría solo y mucho menos lo expondría a el peligro que Marcus era.
Sabía que lo volvería a ver tarde o temprano pero de momento nada podía hacer nada, estaba mejorando sus habilidades con la ayuda de Vlad y esperaba que llegando el momento de volver a ver al vampiro, él estuviera en forma para defender a su nuevo clan y por supuesto a su nueva familia.
— ¿Sueño?— preguntó , luego de sentir el cuerpo del joven algo pesado, parecía que dormía, estaban en el jardín sentados debajo de un árbol , él estaba recargado en el tronco y Cole estaba recostado entre sus piernas. Le daba suaves caricias en sus hombros, después acariciaba en círculos el abdomen de éste.
Dentro de poco ese plano abdomen estaría abultado, su primer cachorro estaba creciendo ahí adentro. Escuchó el suspiro del Omega y sonrió, aquél hermoso joven le había dado tanto en tan poco tiempo, un hogar, una familia y un motivo para seguir .
— Algo... Tus caricias — bostezo — me relajan bastante...— lo abrazo y colocó su barbilla en la cabeza de Cole.
— Descansa — esos días habían sido pesados para el joven Omega. Franky por fin había cobrado vida y Vlad le asignó la tarea a su hijo de enseñarle todo lo que pudiera a aquel ser, no sabía como referirse a el, no era humano. Pero tampoco era un hombre lobo o vampiro. Era una creación, así que simplemente le decía Franky.
Ambos le enseñaban de todo, enseñarle a hablar fue lo más complicado y por supuesto los modales, que cosas hacer, como decir las y por supuesto también pelear.
Franky era lindo , muy torpe en ocasiones y según Vlad el joven era un Omega. Uno muy fuerte, tenía casi la misma fuerza que él, su única ventaja contra Franky era que el joven aún no podía controlar su propia fuerza, pero cuando logrará hacerlo sería imparable.
Estaban descansando un poco pero sus deberes nunca terminaban y lo supo en cuanto escuchó movimientos cerca de dónde el estaba. Era de noche pero no necesitaba ninguna luz para poder observar entre los árboles , supo que las cosas se pondrían feas en cuanto vio a su amiga caminar directamente hacía él; Selene estaba ahí y no estaba sola, detrás de ella estaba Lucian.
— Selene.
— Michael, necesito tú ayuda.
— La necesitamos con urgencia Michael.
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