Epílogo

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En un jardín primaveral repleto de flores y en un ambiente lleno de amor y emoción, Miku y Fuutarou se preparan para dar un paso significativo en sus vidas. El sol se cuela entre las hojas de los árboles, creando un juego de luces y sombras sobre el césped verde y exuberante. El aroma fresco de las flores en plena floración impregna el aire, mientras los invitados se reúnen en sus asientos con una mezcla de expectación y alegría palpable.

Miku, radiante en un vestido blanco que ondea suavemente con la brisa primaveral, camina con gracia por el pasillo hacia el altar. Su rostro refleja una serenidad serena, pero sus ojos brillan con emoción contenida mientras se acerca a Fuutarou, el hombre al que ama con todo su corazón.

Fuutarou, elegante en un traje blanco  que realza su porte seguro, espera con una sonrisa nerviosa pero feliz en el altar. Su mirada se encuentra con la de Miku, y en ese momento, el mundo parece detenerse mientras se pierden en el amor y la promesa de su unión.

El padre, con una voz cálida y resonante, comienza la ceremonia con palabras que hablan del amor, el compromiso y la eternidad. Miku y Fuutarou intercambian miradas llenas de significado mientras recitan sus votos matrimoniales, prometiéndose amor, apoyo y lealtad en los días buenos y malos.

El momento culminante está por llegar mientras Miku y Fuutarou se preparan para su primer beso como marido y mujer. Los corazones palpitan con anticipación mientras se miran el uno al otro, listos para sellar su amor con un gesto tan simple pero significativo.

Los invitados contienen el aliento, capturados por la belleza y la emoción del momento. Miku y Fuutarou se acercan lentamente el uno al otro, sus labios a punto de tocarse en un gesto que simboliza el comienzo de una nueva vida juntos.

Y justo cuando sus labios están a punto de encontrarse en un beso que marcará el inicio de su matrimonio, el mundo parece detenerse por un instante, suspendido en el tiempo mientras Miku y Fuutarou se pierden el uno en el otro, listos para comenzar su viaje juntos en este día lleno de amor y promesas.

— Fuutarou ¿Estas nervioso? —
Miku le pregunto a su ya casi marido, con una sonrisa sincera.

— Solo pensé, que esta no es nuestra primera vez ¿Verdad? —
Fuutarou le pregunto, un poco curioso.

— Jeje ¿Tu que crees? — Miku soltó una risita tierna — ¿Acaso hubo un beso que tuvo tanto impacto como el que tendremos ahora? —

— Bueno... Ese día, en nuestras vacaciones de primavera en las termales de tu abuelo ¿Fuiste tu quien me beso en el campanario? —

— Así es —

— ¿Por qué me besaste en ese entonces? —

— ¿Tu por que crees? —

— No respondas una pregunta con otra pregunta —

— Quiero que adivines —
Miku volteo la mirada mientras inflaba sus mejillas.

— ¿Qué pasa si no adivino? —
Fuutarou cuestionó.

— Nos divorciamos —

— ¡Oye, eso es ir muy lejos! —

— Esta bien. Se que podrás adivinarlo —

— No tienes remedio — Fuutarou suspiro — Supongo que no tengo alternativa —

— Solo dímelo —

— Querías que te reconociera ¿No es así? —

— ¡Que esperan par de tortolos! — Isanari grito desde lejos — ¡Ya besense! —

—  No Podemos dejarlos esperando por más tiempo —

— Fuutarou — Miku lo agarro del cuello suavemente para atraerla hacia ella — Acertaste —

La Puerta De Los Deseos [Gotoubun No Hanayome] Where stories live. Discover now