Never as Good as the First Time𓇼 ⋆｡˚ 𓆝

V:Glory Box

Me dio pena el cap anterior por tardarme tanto y ser sólo un episodio transitorio, así que..., aquí está un premio a todos lxs lindos lectores de este fic!Gracias por leer y comentar! ⋆𐙚₊˚⊹♡

V.Glory Box

Vox pocas veces se había molestado por esforzarse en preparar sus alimentos.
¿Por qué habría de hacerlo?, desde que tenía memoria, en su finca siempre había una persona encargada de aquello, sus manos no habían conocido ni la harina ni el dolor que provoca cortar demasiados vegetales, ¡ni hablar de la estufa!, ¿cómo era que la gente podía saber los grados exactos para no quemar la cena?

En su hogar el alimento siempre estaba listo.
Las comidas eran cual banquetes: grandes y satisfactorias.
En su finca los mayordomos y amas de llaves calentaban a la temperatura adecuada sus almuerzos.

Su casa se había infestado una vez de cucarachas por toda la comida que se desperdiciaba.

Así de abundante era la vida en su antiguo domicilio y pese a ese paraíso de fruta que se le había ofrecido por tantos años, su orgullo y sus sueños por los reflectores lo habían llevado a abandonar aquel cómodo lugar.
La vida hubiese sido demasiado cruel con él si el cielo no le hubiese regalado a Alastor en el camino, por ello, se empeñaría por primera vez en las cosas que se llevaba a la boca.

Cuando era pequeño, uno de sus dientes de leche se había caído por morder una paleta que había pasado demasiado tiempo en su habitación.

Mentiría si dijera que no pidió salir temprano en el trabajo con el afán de tener más tiempo para poder preparar lo que sería el agradecimiento a su vecino transformado en ingredientes perfectamente compuestos.De hecho, desde las 2 de la tarde que había abandonado su empleo, hasta las 5:30 p.m., permaneció con el teléfono de su cocina entre su oído y su hombro escuchando las indicaciones de su paciente madre, muchas veces cayéndose por el cable o dejando azotar el objeto al acercarse al horno o a lavarse las manos.

Su progenitora, Elena Vanderbilt, al contrario que el mismo Vox, era una mujer impresionantemente eficiente.
Al contrario que su padre, Elena no había nacido en una cuna de oro, tampoco era como si hubiese sido pobre, pero su familia no estaba ni cerca de poseer la enorme riqueza heredada por siglos de mantener un apellido.Como consecuencia, en contraste con los demás miembros que conformaban su clan, su madre siempre había podido arreglar las cosas sola,¡incluso podría cocinar cuando se le antojaba!, entre unas cuantas copas de vino y la fuerte música de Nina Simone o Tom Jones por supuesto.
Vox no podía pensar en una persona más capaz para que le ayudase, ...así también tenía una excusa para poder escuchar el dulce tono de su cuidadora.

El menú sería algo simple si no se tomaba en cuenta la cantidad de labor que requerían los alimentos: Musaka, ensalada horiatiki y keftede, cada uno de los platillos seleccionados con el fin de ser del agrado del moreno.
En su vida Vox había ocupado tantas hiervas de olor, aunque no podía quejarse, fue una buena experiencia que le evocó a las contadas veces que había entrado a la cocina para encontrarse con Elena y llenarse de ese perfume mediterráneo que invadía la finca.Quizá por ese perfume de Europa baja su padre se había enamorado de la bella dama que era su mamá.

Si Vox no recordaba  mal, podría pensar en todas las veces que sus tutores le habían contando  la romántica historia de cuando se conocieron: una tarde en la isla Creta.La pelota con la que jugaban Benjamín Vanderbilt, su papá, y su hermano, el tío favorito de Vox, se había ido botando hacia un sencillo camastro donde una hábil muchacha la atrapó.

Sin notarlo, suspiró ante el encantador escenario, siendo percibido al instante por su cautelosa compañera.

—Y listo querido, sólo tendrás que esperar una media hora JUNTO al horno, ¿me escuchaste Vangelis?, no te atrevas a separarte de él porque si descuidas tu platillo se quemará y no podrás brindarle un buen servicio a tu apreciado invitado, ¿entendido amor?— Se escuchó mediante el auricular mientras el de tinte índigo se limpiaba el sudor de su frente.