Cap 59

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TAEHYUNG A

Las cosas estaban resultando tan bien, que a este paso no tenía problema con nada, debería sentirme orgullo por todo ello, además no había nadie que me estorbara a estas alturas, no pensé que todo sería tan rápido, tenía pensando el tiempo determinado para deshacerme de cada uno de ellos.

Veo por las cámaras de mi oficina a mi mujer preparando todo para el gran festín de esta noche, sabia que la noticia de mi cachorro sería un caos con tiempo, Lisa es demasiado escéptica, las cosas eh Hashill, están tranquilas, sé que Taeyeon no hará nada estúpido, como el cierto rumor de que cierta bruja llora sangre, tal vez no debí provoca a mi sangre, pero quien soy yo.

Pero ver a mi mujer ocupada en todo eso, le va ayudar a formar más su carácter sé que había dicho que lo haría yo, pero bueno que puedo esperar si tengo otras cosas más importantes.

Y deja el camino sin complicaciones para mi hijo, en solo tres meses nacerá.

¡Mierda!

Yo no ve veo como padre, pero lo seré, seré padre. Después de siglos mi sangre lo veré con mis ojos.

¡Carajo!

Termino de firmar digitalmente los contratos, los humanos son unos idiotas les falta viveza pero algo no han logrado lo que nosotros tenemos, remangue mis mangas y me estire con un jadeo de satisfacción, veo la hora ya debo salir, y ver la cara a todos esos hipócritas felicitándome, lamiéndome las bolas solo para estar al tanto de mi vida.

Lee Yeongsan es uno de ellos, su cara de decepción que mi hijo tendrá verga, fue suficiente para que deje de joderme.

Salgo de mi oficina con una gran sonrisa, una que me joden al ver aquella mujer saliendo del elevador, su cabello negroo, sus ojos claros y esos labios rojos mostrándome una sonrisa con descaro, una que la tenía de rodillas tiempo atrás. Viene hacia a mi moviendo sus caderas ante el diminuto vestido negro que no cubre muchos sus muslos, sus tetas rebotando en cada paso que avanza.

Me detengo.

¿Qué mierda hace ella aquí? Me pregunto, quiero respuestas y doy pasos hacia ella, después de flaquear como un pendejo, quedando justo donde debería estar, solo para ver el cinismo de cómo me come con la mirada y desea que le abra las piernas por nuestro gran reencuentro después de siglos.

—Que mierda haces aquí —no me detengo tomándola del brazo y arrastrándola en una de las oficinas. —¡Contesta! ¿Qué haces aquí? Te hice una pregunta.

Si algo tenia es la poca paciencia de la que me conozco, no cuando ella me abraza del cuello acariciándome el cabello.

—¡Contéstame! —la tomó del cuello —Dime maldita sea que haces aquí.

Debía reconocer que verla después de años, me removió tantas cosas, ella fue mi primera mujer, y conocí todo lo que ella misma me enseñó, pero después conocer que se cogía a mi padre, despertó mi instinto repulsivo, la quiera, la deseaba como mi luna, y ella me hizo mierda y me convirtió en todo lo que soy ahora.

Hice de nuevo presión en su brazo y ella como una descarada intento besarme desviando mi rostro.

—Pensé que te alegrías de verme y rechazas mi boca.

—Boca asquerosa que coge miembros—la veo con odio, un que ella le encanta provocarme.

—Pero no hay como la tuya —su mano viaja a mi bragueta frotándola —Te has puesto más maduro, desde la última vez que te vi, recuerdo aquel joven desando comerse el mundo y devorarme en cada lugar de la casa, ¿Lo recuerdas?

—Como no recordarlo —la atraje más casi rosando mi boca, susurrándole y ella parece encantarle —Como no recordar como mi madre se cortó las muñecas por ti —la empuje sacudiéndome la camisa. —Crees que verte, dejarías pasar más allá, vamos no seas estúpida, tengo una mujer, su culo es mucho mejor, cuando tu tiempo ya paso, ahora hueles a viejo, saliste a despolvarte loba.

"the weak omega" TaeliceWhere stories live. Discover now