Cap 2: Yo Soy Tu Padre.

99 22 3
                                    

Nunca pensé que lo volvería a sentir, pero una vez más, se me había hundido mí corazón.

Odiaba éste sentimiento, pero era imposible no resistir el vacío.

Ver al bebé en las manos del doctor fue un echó que no me hubiera afectado, sería estúpido que lo hiciera.

Pero... Lo que estaba sosteniendo no respiraba.

Podía sentirlo, podía verlo y incluso saberlo mejor y ante que nadie.

La escena se movía en cámara lenta mientras mis ojos estaban en mi hijo... Nacido muerto.

... No sabía que sentir.

Quería explotar de rabia, quería romper cada mueble y cosas en esta habitación.

A su vez simplemente quería llorar, desahogarme con alcohol o cualquier mierda que me pudiera distraer mínimamente.

Pero una parte, no... ¡Una Gran Parte De Mi No Podía Aceptarlo!

¿¡Cómo Podía Dejar Morir A Mi Hijo!?

Todo su entorno pareció congelarse, sólo el parecía ser la única persona que podía moverse con normalidad. Pero éso poco o nada podía importarle.

Con pasó firme se acercó al doctor, y viendo al bebé en sus manos, se sintió sacudido en su corazón.

Su hijo.

Sin embargo, sabía que su corazón no latía, y no podía permitir que siguiera así.

Moviendo su mano sobre su frágil pecho, y apreté suavemente.

Fue instantáneo, pero empecé a escuchar cómo la sangre de su corazón comenzó a fluir.

Sentí tranquilidad, pero de un momento para otro.

Todo mi cuerpo se tenso, cada uno de mis músculos sé apretó y llenó de tensión. Sin explicación alguna, los pelos de mi piel se erizaron al ver nuevamente a mi hijo.

El heredero de las Dies Sombras.

Mi sangre se calentó cuando una sonrisa grande se escapó de mi boca.

Toma eso Zenins.

Sentí ganas de festejar, pero había suprimido toda esa emoción en un instante. No quería verme ridículo.

Alejándome, me volví a mi lugar, y sentí como todo empezó a volver a su curso natural.

Sin embargo, mis ojos no se podían quitar de mi hijo, ni por un segundo

El será fuerte.... Muy fuerte.

.

.

.

.

.

.

Caminando con pereza, un tipo que sí veías de lejos, fácilmente lo confundirias con un viejo canoso. Aunque eso el pensaba al mirar a su amigó acercándose amistosamente.

- ¡Geto! Que bueno verte despierto, pensé que sería el primero en levantarme después de desvelarnos jugando videojuegos. Pero está vez me ganaste - Gojo dijo con molestia fingida.

- Bueno, si tenemos en cuenta que te gane la última partida antes de desmayarme, es obvio que me levantaría temprano. Incluso aún con las secuelas, valió la pena aunque no te vi la cara - Dije mirándome por una de las ventanas del pasillo, notando las claras ojeras que tenía en los ojos por el reflejo de esta.

Sin embargo, lo que más le llamó la atención era que su amigo estaba llevando una falda. Más específicamente, la falda de Shoko.

Aunque no podía juzgarlo, yo estaba llevando su sostén. ¡Aclaro Que Perdí Una Apuesta Con Éste Irracional! No qué lo llevé por gustó propio.

I Am MegumiWhere stories live. Discover now