Cap 3: Prodigio Monstruoso.

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Mire fijamente el espejo de la habitación, sintiéndome sumamente extraño.

Dos orejas de perro, junto con una cola igual sobre mí trasero. Mis similares a los de un lobo, pero sin perder mi color natural de ojos.

No había duda, este es mí dedo de oro.

Nunca pensé que podría copiar o asimilar las capacidades o fisonomías de los Shikigamis de las Dies sombras. Sólo se me ocurrió cuando me imaginé las orejas pero blanco en mi cabeza.

No es que sea furro, pero siempre tengo ideas extrañas en mi cabeza, más ahora que tengo 10 pibes para pelear por mí.

No sólo estaba el echo de qué podía copiar sus características físicas, sino que también sus sentidos y percepciones.

Mi olfato era tremendo, mi audición era increíble, y mi ojo-. ¡HA! ¡UNA ARAÑA!

Digo, ¡Y Puedo Ver Mejor Que Antes!

Rápidamente me alejé de esa esquina de la cuna, aún hera un bebé.

Lentamente toqué mis orejas, y sentí un cosquilleo extraño venir. Pero era agradable.

Mejor lo dejó de hacer o me volveré adicto.

Aún así, sentí también mí fuerza física aumentar increíblemente. ¡Jamás Me Sentí Tan Fuerte!

Era increíble, no necesitaba esforzarme demasiado para activar está peculiaridad, simplemente tenía que visualizar el escenario que quería manifestar en mi cuerpo con los Shikigamis, o al menos los dos perros que tengo, y simplemente sucedería la transformación en mi cuerpo.

Respire con tranquilidad, sintiendo la energía maldita reprimiendo de mi cuerpo, pero mi transformación en Shikigami no desapareció.

.... Rápidamente traté de visualizar que mis características desaparecían, y por suerte lo hicieron.

Ouff, sería raro si me vieran así, pensarían que soy una maldición o algo así. O Toji me cortaría al verme... Oye, ¿El puede ver mis características? No, no debería, simplemente sentiría la energía y nada más.

Mmm, que incómodo, es cómo tener a un sensor térmico las 24h del día.

Por suerte, el tipo se fue a trabajar, por lo que podía estar tranquilo.

Obviamente un lobo cómo Toji no abandonaría su madriguera, pero mi madre era terca cómo un roble, incluso con esa cara amable, ella era bastante testaruda cuando se trataba de tratar la casa, más cuando era cuidarme.

Y no hablar de Toji, con mis sentidos nuevos, no pude sentir ni la más miserable maldición en todo el perímetro dentro y unos metros fuera de la casa. Era cómo si un mosutro hubiera atrasado todo, sin embargo, había algo aún más sorprendente.

Me gire lentamente, viendo una gota dé saliva cayendo de su labio sobre mí almohada.

Inventario.

Cuan incontable son las veces que casi gritó en lágrimas al ver un gusano gigante, con cara de bebé horripilante.

Es que simplemente da miedo, ¡Incluso Podría Tardarme Años Hasta Acostumbrarme A Verlo Con Indiferencia! Pero ahora simplemente estaba vigilándome.

Era bastante amistoso, evitaba que Me sucediera algo y incluso lo vi acurrucándose a mi lado.

Cómo casi gritó esa noche.

Sin embargo, no podía quejarme, era un bebé y aunque estaba en feas manos, eran mejores que estar protegido por cierto hombre con canas.

Estoy seguro que terminaría en un vertedero por accidente con ése tipo.

Pero actualmente estoy conforme con todo lo que tengo.... Menos con el gusano.

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