Cap 4: Tsumiki.

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Me tomé el pecho con cansancio, mientras me acercaba más hacía mí "hogar".

Limpié lo mejor que pude la sangre visible, y sane mis órganos dañados con la técnica inversa.

Hoy traté de enfrentarme al Venado, sin embargo, resultó ser más duró de lo que creí que sería. Aunque estuvo a medias de matarme.

Un problema que tenía con las Dies sombras era que simplemente no podía exagerar. Estaba llenado con todo a pelear con los Shikigamis aún siendo un niño.

Pero lo problemático fue la energía maldita. Si bien no hay restricciones a la hora de invocar, si la hay a la hora dé inyectar energía maldita a los Shikigamis. Ya que dependiendo de su fuerza o habilidades, podía o no invocarlos con la cantidad correspondiente de energía maldita.

Antiguamente los del Clan Zenin, siempre los usuarios de las 10 sombras enfrentaban a los Shikigamis a una edad temprana pará tener una mayor ventaja. Ya que los Shikigamis eran débiles debido a la poca cantidad de energía maldita.

El búho y la serpiente fueron fáciles de invocar, ya qué sus habilidades no son tan explosivas o poderosas cómo cómo para ser difíciles de invocar en la técnica, lo cuál dependía estrictamente del ritual de Purificación.

Sin embargo, no pude empezar con el Siervo antes por qué era simplemente ridículo. ¡Siempre se curaba! Cada herida era muy difícil de provocar debido a su resistente piel. Además de que era bastante rápido y ágil a la hora de esquivar y atacar.

Pero ésto también me hizo darme cuenta de que los Shikigamis, independientemente de que tan fuertes sean, son o no son más fáciles de convocar. Por lo que si me agarra la locura de Megumi y quiero sacar a Mahoraga, simplemente no podré, por qué no tengo la energía Maldita necesaria, ni mucho menos la fuerza.

Lo bueno en estos momentos es que pude derrotar al Siervo con algunas complicaciones, sólo cuando destruí su cabeza dejó de curarse. Menos mal que tenía la información de los anteriores usuarios o me hubiera plateado el trasero peor de que me lo hizo antes.

Suspirando, rápidamente toque la puerta, y acomodé mi rostro, dando la mejor sonrisa posible.

Está rápidamente se abrió, dejando ver una adorable niña de cabeza castaño.

Tsumiki, mi hermanastra.

Amigo, su vida es simplemente horrible, tampronto ella tuvo su cumpleaños, fue abandonada por su madre junto a su nuevo marido. Obligada a convivir con un completó extraño al que tenía que llamar hermano, y lo peor es que ni siquiera había pasado tiempo suficiente pará saber sobre él, ya que entrenó la mayor parte del tiempo. Por lo que ella está simplemente sola.

Y hablando de mí, pasó bastante tiempo desdé que mi madre murió, y Toji se derrumbó, volviéndose un idiota. Realmente me perturbó todo lo que lo pudo afectar su pérdida, y el completo desinterés que empezó a mostrar por todos en el mundo, incluido yo.

Incluso tuvimos unas discusiones, y recibí un buen golpe en el furor de la discusión. Lo único que se es qué me desmayé, y al día siguiente amanecí con Tsumiki a mi lado cuidándome.

Yo.... Realmente lo odió.... Aunque me cueste. Fue un buen padre hasta que murió mamá, luego se volvió más imbécil a medida que esa mujer le hiba llenando de mierda la cabeza.

Realmente tenía ganas de golpearlo, pero sabía que no serviría de nada. Ya se había ido.

Sabía que me vendería a los del Clan Zenin, sabía que me dejaría a mi suerte, sabía que luego me dejaría con Satoru Gojo y que para colmó me daría una paliza en el futuro.

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⏰ Última actualización: May 03 ⏰

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