Avanzando a un futuro mejor

6. Preocupaciones

Cuando Max se enteró, dejó inmediatamente la biblioteca para ir a ver a su amigo. Ha pasado días intentando estudiar e, inconsciente, dejó a sus amigos a un lado. Pero no era momento de culparse, también estaba preocupado. Conoce a PJ desde la infancia y sabe perfectamente que él evita todo riesgo posible. ¿Entonces cómo pasó ese incidente? Necesitaba saberlo.

Había llegado a la enfermería. No encontró a Bobby ni a la Beret girl, pero estaba Bradley. También se veía alterado y no dejaba de ver esa puerta. Le resultó conmovedor, pues creía que no le daba importancia a los demás. Max ha tenido que aligerar esos pensamientos cuando lo integró a su equipo, pero no había una diferencia en su comportamiento... excepto que era más raro.

— Estará bien —fue lo único que pudo decir.

Bradley se asustó al notar su presencia y recibió una mirada confusa de su enemigo. Oh no, no podía delatarse justo ahora.

— Eh... sí —no tenía ni la más mínima idea de qué contestar—, p-pero es un chico fuerte, ¿no?

Max se quedó callado. Bradley supuso que no se dio cuenta de nada, justo como lo haría la genética de los Goof.

— ¿Sabes lo que ocurrió?

Maldición. Éste no era su día de suerte.

— Digo, PJ no es tan torpe como para tener un accidente así. Sabe patinar y siempre es cuidadoso... tengo un mal presentimiento.

"Y ese presentimiento soy yo... ¡diablos! ¡Si dice eso, estoy frito!"

Una de las innumerables reglas de los Uppercrust es siempre dar una respuesta al instante. Si haces una pausa larga, obtendrás miradas fijas y puedes caer en el nerviosismo; algo que se debe evitar si deseas convencerlos.

No pasó un minuto, pero Bradley intentaba crear una historia convincente. Nada nuevo.

— Es... taba... ¡patinando! Unos chicos me desa... ¡nos desafiaron!

— ¿Nos?

— ¡Sí! Dijeron cosas malas del grupo y no podíamos dejarlo así.

Era un poco extraño. PJ y Bobby no caían fácilmente en las provocaciones.

— Admito que tuve algo de culpa. Tus amigos no querían, pero insistí que compitiéramos... sabes que no permito ese tipo de cosas y creí que debíamos defender nuestra reputación.

Tenía algo de sentido para Max.

— ¿Y qué pasó después?

— ¡Ni me di cuenta! Yo estuve a la par de uno de ellos pero no vi a los demás... creo que uno de sus secuases hizo una jugada sucia para desahecerse de la competencia.

— ¡¿Pero quiénes eran?!

— ¡Yo que voy a saber! ¡Lo único que sé es que les tiene envidia por ser los favoritos! —Bradley trató de calmarse. No era favorable hacer un escándalo por su pérdida de control; si eso fue lo que inició todo—.  Escucha, no quería que nada malo le pasara. Cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, PJ estaba inconsciente y qué podía hacer, esos bastardos huyeron y tu amigo rarito no aparecía. Estaba solo y ya, tuve que pedir ayuda.

— Se llama Bobby.

— ¿Y qué importa eso ahora? ¡Mira! Si estuviera mintiendo, ¿por qué no están esos infelices aquí? Es obvio que ellos tuvieron algo que ver y tuvieron miedo de ser acusados. Si tu amigo no se salva, les convendría desaparecer y jamás volver.

Tenía un punto.

— Ya, te creo —Max dio un suspiro—. Perdón, me siento mal con todo esto... los estudios, las bajas notas, la competencia, ahora mis amigos... no sé qué hacer.