MI ESPOSA GIGANTE (G!P)

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-Jennie ve como el apuesto hombre se acerca a ella, sus ojos se fijan en sus movimientos y con ansias espera sentir ésa sensación mágica que su mamá le leía en los cuentos de princesas y de su añorado príncipe azul, con esfuerzo logró enderezar su postura y cuando el militar se acercó lo suficientemente para verlo, olerlo.... nada!, no sintió nada, su decepción fue muy notaria que el capitán casí suelta una carcajada por la expresión tan obvia de su señora, y si de lejos la joven era hermosisima, de cerca era impresionante.

-- mi señora, saluda respetuosamente haciendo una leve inclinación a la nueva, joven y preciosa esposa de la general.

-- bienvenida, la general  Lalisa se disculpa por no poder recibirla personalmente, usted estará enterada de la herida de batalla que envió a nuestra máxima general a cuidados, por favor esta es su casa, siéntase libre de ir y hacer lo que guste.

Habló lo más educado posible, tratando de amortiguar la conducta de la general, y el desinterés por ella, que a los ojos del capitán Bambam era una verdadera lástima, Jennie era la mujer más hermosa que el había visto.

Después de presentar a cada miembro del servicio doméstico a Jennie, y de indicarles a cada uno el respeto y cuidado con la esposa de la general, se despide y sube rápidamente a la habitación de Lisa a informar lo acontecido, aunque ésta no esté interesada en saber de ella.

Jennie estaba en lo que cabe felíz, aunque su esposa no la pudo recibir ella se siente muy dichosa, las personas que la recibieron parecen agradables y su habitación a pesar de ser tan fría y opaca, es enorme, con una gran cama que parece que pueden dormir 4 personas cómodamente, por un momento la comparó con su habitación en la casa de sus padres adoptivos, pequeña, llena de moho y en el área de servicios de la planta baja cerca a la cocina, pero definitivamente si era casi tan bonita como las camas de sus hermanastras.

-- señora,- llama el capitán Bambam y entra después de tocar la puerta y ser autorizado para ingresar,- su hermosa esposa está conociendo a la servidumbre y ya la llevaron a sus aposentos, dice mirando fijamente a la general para ver las reacciones de ella .

Lisa frunce la frente , endureciendo más su mirada cuando su mano derecha dijo " hermosa esposa"?

Ése comentario no fué de su agrado, aunque odia la idea de estar casada y tener ahora que estar de niñera con su demasiado joven esposa, no puede permitir que sus subordinados se expresen así de ella, y no!! No es amor, ni celos, porque ella sabe mejor que nadie que es un hija de puta con las mujeres y aún así ésa desconocida es su esposa, y??? Y qué?? se cuestionó.

-- cuída tus palabras capitán Bambam, -habló toscamente, y respecto a mi esposa, dijo esto último con los dientes apretados.

--y  no necesitas informarme nada si no pido ésa información,Bambam y prepara un pelotón para el viaje para la  próxima semana al campamento del duque park, necesitan refuerzos para lidiar con los invasores de ésas tierras,-  sabes que hacer mientras no estoy, habló seriamente mientras se levantó un poco quedando derecha y con su enorme altura podia divisar perfectamente desde su ventanal la entrada de su mansión,

- Bambam ,como el capitán que es acata las  órdenes  de Lisa y sale rápidamente de la habitación...

☆☆☆

-Lisa observa a una mujer que iba a subir en su caballo Priyo, Su magestuoso caballo pura sangre quien no se deja tocar y menos montar por nadie que no fuera ella.

Jennie  Trata con esfuerzo de levantarse y ponerse de pie su cuerpo adolorido, Jennie se sintió observada y se giró y cómo si estuvieran conectadas se miraron fijamente.

-¿En verdad ésa es su esposa? La imagen de una diosa llegó a su mente, y un sonido tenebroso retumbó en su interior, como una bestia, así como le llaman, se sintió en su pecho, MÍA!!! Se dijo Lisa ante la visión más perfecta que ella haya visto.

-- Jennie, susurró mientras miro  como la diosa monta con maestría y elegancia a mi  caballo, mientras se alejaba con los empleados de la mansión.

Mi curiosidad por esa mujer , crece cada día más  llevaba 2 semanas de casada conmigo, y no me eh presentado ante ella,
Ni eh salido de mi habitación...

Mi  herida fué casi mortal, cerca de mi  higado dónde se comprometió también 3 costillas que tuvieron que hacer unos torniquetes asegurandolas para su sanación, y el médico real me prohibió levantarme de la cama, pero la intriga por  su esposa .

-- GRETA!!! NO HAY NADIE QUE RESPONDA A SU SEÑORA?!!!, - Gritó, para que mi servidumbre me escuche y venga...
Aunque no acostumbro a  estar aquí en mi casa ,se que la servidumbre no me quiere ni me  respeta más buen me teme  ,pero eso es algo que no me interesa, me eh fijado que mi ropa es maltratada al lavarla sin cuidado, y aunque es algo que ni me importa, eh visto la demás ropa de los comandantes y militares y están mejores que las mías, no están arrugadas ni con manchas de colores como las mías...
Y la comida que me sirven es un asco al igual de la comida que como cuando voy a la guerras ,ellas no se esfuerzan por preparar deliciosas comidas para mi...como las otras servidumbre lo hacen por sus amos...

-- mi señora   - escucho una voz , -soy Jennie, tu esposa, ¿puedo pasar? Pregunta tímidamente al otro lado de la puerta ansiosa por entrar y cuidar a su general.

Abro los ojos ante tan melódica voz ,por un momento me dan ganas de hablarle y devolverle la amabilidad de su voz ,pero caigo en la cuenta que nunca lo había hecho y no iba a empezar ahora...y grito

-- largo!!! Y mis malditos guardias los quiero ya en mi presencia!!!

Jennie dió un salto hacia tras del susto ante la orden tan fea de su ahora esposa,- la voz con  casi de desprecio, y más que sólo asustarse recibió un golpe duro a su tierno corazón ante la agresiva voz de su esposa, no respondió nada y salió rápidamente en busca de los guardias, y enviarlos a la habitación de la general para después salir a montar el caballo que la llevaría al rio dónde las demás mujeres y unos soldados le ayudarán a lavar los metros de telas y alfombras de su casa.

Jennie

Me subo al caballo ,para ir a ayudar a las muchas que mande a lavar las alfombras de la casa ,claro después de mandar a unos de los soldados a la habitación de mi esposa ,que me grito feo...- que se cree...pienso hechando a andar el caballo