Voz

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Las cosas volvieron de cierta forma a la normalidad por un tiempo, teniendo a Spreen actuando como siempre y llegando a olvidar incluso que era lo que la había molestado por tantos días.

Claro que su cuerpo tenía que cambiar, solo que fue demasiado pronto.

Ella lo describía como despertar un día y tener dos bolas pegadas a su pecho.

Que incluso ya estaba aprendiendo a manejar esas miradas indiscretas que llegaba a recibir.
Aún con la ropa que usaba era notorio que su ¿pechonalidad? Por llamarlo así, sufrió ciertos cambios.

Pero tenía que aprender a ignorarlos, ella seguía siendo Spreen, con tetas o sin ellas.

Solo que parecía que era el turno de Roier para estar distante.
Cada que salían el castaño se negaba a hablar, no importase como preguntarán, que dijeran o las amenazas puestas.
No le sacaban ni una palabra y eso estaba siendo más molesto que el tema de Spreen.

— Dale Roier, decime algo.
Te acepto lo que sea. Incluso que me cantes el himno nacional.— Carre se estaba aburriendo mientras esperaban que Spreen saliera de su casa.

Roier se negó a hablar, incluso se estaba tapando la boca con las manos para evitar que algún sonido saliera de su boca.
Tan concentrado estaba en huir de Carre, que olvidó completamente que Spreen también estaba ahí.

Siendo la que logro obtener lo que querían al salir de su cuarto con la nueva ropa que su padre le había comprado.
Un short de color negro y una blusa morada con diseño de gatos, sin olvidar su chamarra de mezclilla para disimular un poco su figura.
Digamos que estaba aceptando verse más "femenina" a cambio de más videojuegos y ser ella la que elije las prendas ignorando todo aquellos vestidos.

— BoNita.— dijo Roier dejando muy confundidos a sus amigos.

— No boludo, tremenda voz de pito que tenés.— quiso reír por ello. Si bien la voz de Roier solía ser chillona, ahora lo era de más.
Sonaba parecido a cuando aplastas un patito de goma o te ponías esos filtros raros de las apps que te hacían sonar como ardilla.

— ¿Por eso no nos hablabas?— Spreen quería darle un golpe por ello.
Habían pensando en todo menos en que él estaba pasando por este cambio.
Aún si era obvio que sucedería, seguía siendo vergonzoso.

Lo cual entendía perfectamente al solo bajar un poco la mirada.

¿Crecer tenía que ser tan incómodo?

No solo era sufrir por cambios físicos que llegaban a ser un dolor en el culo, la voz cambiaba y al parecer al hacerlo llegaba a esos cambios de tono un poco graciosos.

— DejA de ReirTe CaBRon— reclamó Roier con las mejillas rojas.

— Dale, Roier. Que es chistoso.

— ¿SI? Ya QuIero veR cUando EStEs así.

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Los días pasaron
Lo que dijo Roier se cumplió cuando al llegar a casa de Carre para jugar videojuegos le vieron con cinta en la boca.

No tenía porque burlarse.
Ahora

— Hola Spreen.—

La cara de la chica pasó por todos los colores existentes.
¿Y esa voz de dónde salió?

Era tan gruesa, masculina.

¿Cómo es que Roier pasó de una voz de pito a esa?

— ¿Ahora te comió a ti la lengua el gato?— soltó una risita que fue lo que casi hace que la chica sintiera sus piernas flaquear.

Eso sí que no.

Cerro la puerta en la cara de Roier para intentar calmarse.
No se pondría toda imbécil.
Tenía que actuar con normalidad, no llegaría al punto de soltar risitas cada que el castaño le decía algo o tener la nariz como Rodolfo el reno cada que él decía su nombre.

No.
No.
SE NIEGA.
QUE PREFIERE USAR UN TRAJE DE UNICORNIOS A ESO.

— ¿Spreen? ¿Estás bien?—

Por la concha de su...

Tomó aire, se mentalizo.
Esto tenía que ser también temporal, quizás después de la voz de pito salía una tan así.
Y al final se quedaría la voz que Roier mantendría hasta que nuevamente el cambio se diera en la adultez.

Abrió la puerta fingiendo que nada pasó, olvidando sus problemas cuando debido a la voz tan aguda que ahora Carre tenía, al momento de gritar causó que sus perros salieran corriendo asustados.

¿Acaso los cambios tenían que ser tan molestos?

Teniendo la suerte que al escuchar tanto la nueva voz de Roier, se terminó acostumbrando y su corazón no latía tan fuerte.
Bueno, más de lo usual desde que la amistad comenzó a cambiar entre ellos.

Sp(reen)ring/PrimaveraWhere stories live. Discover now