La ahora sí, amiga de Spreen.

142 41 6
                                    

Vegetta lleva más de una hora viendo por la ventana como su hija ahora sí está conviviendo con una amiga.
Una chica real.
Y diremos que no se aseguró de esto al querer jalarle del cabello y sacar la excusa que tenía un insecto para saber si no era otro amigo suyo disfrazado.
No, no.
Estuvo a punto pero Rubius vio sus intenciones y le pegó en las manos.
Igual Spreen le explicó quien era aquella chica, desde cuando se conocían y porque había tardado tanto en traerla a la casa.

— Tenía que asegurarme que no quisieras hacer una fiesta por esto, así como lo que quisiste hacer cuando tuve mi primer periodo o cuando me salieron las tetas.— dijo de forma directa causando un poco de vergüenza en Veg, que nadie puede juzgarle, seguía aprendiendo como ser papá de una chica.— Estaremos en el patio y por favor, no hagas algo que haría Ma para ponernos en ridículo.

Vegetta asintió, teniendo que aguantar las ganas de llorar por ver que después de tanto tiempo, su hija estaba conviviendo con otra chica.
Vale, que ya había aceptado que tendría que ver más chicos por ahí por ser las mejores amistades de Ivanna, pero saber que había un toque femenino cerca, quizas le ayudaría bastante a futuro.

Fue a la cocina unos minutos para preparar algo especial, incluso una excusa para acercarse a ellas.

En una bandeja tenía limonada, fruta picada y galletas. No recién horneadas ya que Rubius le había prohibido usar el horno ... O la estufa, después de su intento de sopa que no salió como esperaba.
Por lo que esto debía bastar.

— Mis niñas, les he traído un snack— su sonrisa desapareció tan pronto la bandeja estuvo en el suelo y su ropa mojada.
Las galletas rotas a su alrededor y dos chicas mirándole con sonrisas incómodas queriendo esconder detrás suyo todos los balones de fútbol que tenían.

Debió esperar que esto fuera lo que las unió, porque realmente Rivers para su mala o buena suerte, parecía tener los mismos pasatiempos que Spreen.
Sonrió levemente aceptando de una vez por todas que su hija quizás no era una princesa de cuentos, pero seguía siendo un encanto que tendría amistades verdaderas que la aceptarían así tal cual es.

— ¡Lo siento!— gritaron ambas mientras corrían a ayudarle.

Rivers ya estaba levantando las galletas y llevándose unas cuantas a la boca cuando le faltaron manos para limpiar.
Spreen intentando tomar la bandeja teniendo cuidado con los vidrios rotos.
Ya estaban esperando el regaño, siendo la rubia quien aceptaba más la culpa porque fue la que dió el tiro mal.
En su defensa, tenía una pierna mala, así que sus tiros se iban un poco chuecos.

— Debieron decirme que iban a jugar y me ponía de portero.— comentó sorprendiendo a ambas chicas.— ¿Qué les parece un juego?
Solo tenedme paciencia que no son lo mismo 27 a unos cuantos más.

Esto era justo lo que Spreen quería, que su padre aceptará sus gustos al 100%.
Sonrió abrazandole y pasándole una pelota para ver si tenía habilidad.

Resultado:
Dos ventanas rotas.
Algunas caídas.
Una rodilla fuera de lugar.
Pero hey, la diversión no faltó.

Aunque eso sí, ahora le debían explicar Rubius que había pasado con los vasos de ositos que su abuela le había regalado y tanto cuidó.

.
.
.
.
.
.
.
Mini actualización aprovechando que ya no estoy en el hospital :D

Sp(reen)ring/PrimaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora