Capítulo 2

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Hyunjin salió corriendo del bar con los pantalones húmedos, un sudor que recorría todo su cuerpo y, sobre todo, el calor que sentía dentro suyo recordando que su celo se había adelantado.

Los omegas del DK.O no usan supresores por dos razones: la primera es que no hay dinero para comprarlos y la segunda es que, al no haber ningún alfa, "no hay peligro". Por lo tanto, estos mismos suelen sufrir cada vez que su celo llega ya que al no tener a nadie con quien poder asistirlo, su omega interior se va "deprimiendo"permitiendo que en un futuro estos lleguen a desarrollar una depresión severa.

El pelinegro ya podía notar esos síntomas, pues no había nada que lo motive a seguir: no tenía mucho dinero, no tiene otras oportunidades de empleo o de seguir estudiando, tiene relaciones sexuales con cualquiera que se le cruce, sin embargo, es poco probable que disfrute de alguna y como si fuera poco, siente rechazo por su hijo.

El post-parto de Hyunjin fue caótico, aún recuerda cuando recobró los sentidos despues de su cesárea viendo como las enfermeras llevaban al pequeño Jeongin en brazos. Obviamente que él no quiso verlo, es más, se puso a gritarles a todos los de la sala que se lleven al bebé de ahí, que él no podía verlo a los ojos. No todavía.

Pero con el pasar del tiempo el omega se dio cuenta que no podía evitar del todo a su cachorro, quiera o no él tenía que convivir con él, más cuando su madre se iba a trabajar y su tía, la madre de Jisung, no podía cuidar al niño y este tenía que quedarse con él, pero muy poco caso le hacía.

Totalmente desesperado y muy lejos de su casa, Hyunjin trata de parar el transporte público el cual frena muy lejos de donde estaba haciéndolo caminar con una dolorosa erección, con su entrada empapada y un aroma a celo.

El chofer al olerlo le dio asco y le pidió que por favor se baje del transporte, el omega se agarraba de los fierros tambaleándose para después caer hacia la vereda quedando tirado en el piso. En un torpe movimiento revisa su bolsillo del pantalón y por suerte contaba con algo de dinero para dirigirse hacia un taxi.

Hyunjin se logra parar sosteniendose de un cartel mientras camina apoyandose en las paredes, el calor interior lo atormentaba y, como si fuera poco, su omega reclamaba a ese tonto alfa que lo asustó en el bar.

Hace mucho que no veía un alfa. Precisamente hace dos años.

Llega a ver un taxi a lo que demora unos diez minutos en subirse, mostrándole al chofer el poco dinero que tenía, pues solo le alcanzaba para que lo lleven a unos cinco minutos de allí dejándolo a ocho cuadras de su casa, lo cual era bastante lejos.

En el auto iba frotandose con el asiento de atrás mientras repetía una y otra vez un nombre:

Felix, Felix, Felix.

¿Por qué se lo imaginaba dentro suyo?

Sin tiempo para pensar luego de haber sostenido su erección creyendo que esas manos eran las de "su alfa", torpemente logra bajarse del vehículo pero cae al piso con la palma de las manos apoyándose en él.

El calor seguía consumiendolo, su omega (quien hace años no daba señales de vida) se removía desesperadamente, indicando que ya había llegado algo, no su celo, sino otra cosa...

El pelinegro va por las calles, algunas pudiendo caminar, otras arrastrándose y recibiendo la mirada despectiva de varios betas que, lejos de ayudarlo, solo juzgaban o trataban de mirar para otro lado.

Al faltar pocos pasos para llegar a su casa Hyunjin ya no podía sostenerse, creía que iba a tomarse allí mismo, como había ocurrido en el auto. Lo peor de todo es que no se le iba de la mente la cara de aquel alfa, la forma en la que lo reclamó, no logra recordar si le dijo de dónde venía pero sabía que coreano no era.

 OUT OF TIME | lixjin 《omegaverse》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora