Capitulo 39

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La caridad transcurrió entre el vaivén de emociones contrastantes. El calor sofocante no hacía más que intensificar la urgencia de ayudar a quienes más lo necesitaban. Conocimos a personas en situaciones desgarradoras, pero también presenciamos la solidaridad en acción, especialmente a través de Hassem. Cada vez que lo veía brindando apoyo, entregando suministros o simplemente escuchando a aquellos que buscaban consuelo, sentía un profundo orgullo que se entrelazaba con la admiración por su bondad inquebrantable, que se erigía como un faro de humanidad en medio de la oscuridad que representaban sus parientes.

— Se ve realmente hermoso, ¿no es así? —escuché la voz de Beatriz desde atrás, y no pude evitar sonreír. Era imposible negarlo; él encarnaba todo lo que nunca había visto en un hombre. Era caritativo, dominante y entregado, pero sobre todo, era completamente distinto a lo que había imaginado encontrar.

Después de descubrir la verdad sobre él, sobre mí misma, sobre su tío y todo lo que nos rodeaba, mi percepción de él se había transformado en algo que rozaba la devoción, o quizás un amor tortuosamente agonizante.

— Sin duda lo es —murmuré , captando una leve sonrisa en el rostro de Beatriz. Una sonrisa delicada y armoniosa que confirmaba que ella ya sabía lo que yo sentía.

—¿qué? No me veas así, que sea lesbiana no quiere decir que no observe la belleza de las personas.— esa luz de sus ojos al final cuando me observa me hace sentir un tanto nerviosa, entonces se acomoda el hijab.
— Aún no he perdido mi toque. — responde orgullosa
— pero adicionando, está loco por ti, Alicia —agregó Beatriz, haciendo una afirmación que me hizo fruncir el ceño. Inevitablemente, recordé las palabras de Bratt y, sobre todo, la situación que ahora enfrentaba con mi madre. Había visto en estos hombres, dueños casi del mundo entero, la capacidad de hacer cualquier cosa que desearan en cualquier momento. Ahora, mi mayor temor era que mi madre estuviera en al borde de un peligroso acontecimiento  debido a mí.

Caminamos juntas en silencio por un momento, cada uno de mis pensamientos tejiendo una tela de araña de preocupaciones y miedos. El peso de la responsabilidad se sentía como una losa sobre mis hombros, haciéndome cuestionar cada decisión, cada palabra que pronunciaba, preguntándome si estaba poniendo a alguien más en peligro con mis acciones o incluso con mis pensamientos.

Finalmente, rompí el silencio, mirando a Beatriz con determinación en mis ojos.

— Bea, tengo miedo.— no tenía a mis amigas para sincerarme, no quería alarmar a mi madre y odiaría la idea de meter en esto a Hassem, las únicas con las que contaba indudablemente adicional de aquel hombre era con Bea, Oxia y Danna, mis amigas estaban muy lejos y tendríamos que cortar mucho papel para que puedan llegar a saber toda la verdad, por lo que estoy aquí.
—¿miedo? ¿De qué? — me pregunta con el ceño fruncido.— ¿que ha pasado?— pero soy yo quien cambia el tema.
— quiero encontrar una manera contundente de acabar con todo lo que estos hombres le hacen a Hassem.— está hace una mueca tácita.
— ningún plan es perfecto.
—¿Qué quieres decir sobre que ningún plan es perfecto? —cuestioné con curiosidad, tratando de desentrañar el significado detrás de esas palabras.
—¿Qué es lo que todo hombre quiere? —replica, yo frunzo el ceño mientras mi mente trabaja meticulosamente para encontrar una respuesta certera.

—¿Dinero? —respondí, devolviendo la pregunta con otra interrogante.

—¿Y si ya tiene dinero? —mi gesto se tornó en una mueca reflexiva.

—Pues, más dinero —respondí, casi con resignación ante la aparente lógica de la respuesta.

—Valga la redundancia —añadió Beatriz, moviendo la cabeza mientras aún permanecía enganchada de mi brazo—. Pero no, tontita... Tienes que dejar de pensar como pobre. Es difícil, todos venimos de ahí, nacemos sin nada, pero ellos, como miembros de la realeza, de una élite, todos están codiciosos de poder. Sí, el poder trae consigo dinero, pero va mucho más allá de eso, trae beneficios. Ellos ya no quieren solo controlar la cantidad de zapatos que usan, quieren decidir si la cura para el cáncer puede ser lanzada, si dejan morir a más personas en los hospitales... Ellos están deseosos de poder.

Árabe a la fuerza #wattys2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora