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"𝔜 𝔰𝔦 𝔶𝔬 𝔱𝔢 𝔢𝔰𝔭𝔢𝔯𝔬,

¿ℭ𝔲𝔞𝔫𝔱𝔬 𝔳𝔞𝔰 𝔞 𝔱𝔞𝔯𝔡𝔞𝔯?"

"ꜱᴏʟᴀ" - ꜱᴀʀᴀᴍᴀʟᴀᴄᴀʀᴀ

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El golpe de Leandro contra la puerta asustó un poco a Olivia, pero si algo había aprendido desde chiquita era que nadie tenía motivos para ser violento con ella. Así que agarró los brazos de él, los empujó y le dio un golpe en el pecho con fuerza. A Leandro le dolió un poco, pero se mantuvo firme.

— Esto se termina acá, Leandro —dijo ella, agarrando sus cosas— No voy a tolerar que te pongas así ni que me hagas planteos, menos soportar que le pegues a las cosas al lado mío.

— Perdón, no medí las consecuencias —se disculpó él.

— ¿Consecuencias? ¡El próximo golpe termina en mi cara!

— Olivia, no, te juro que no, fue un momento, nada más —insistió Leandro, intentando acercarse a ella— Discúlpame, de verdad.

— Estás disculpado —contestó ella— Pero igual me voy.

Olivia salió disparada de la habitación. El cuerpo le temblaba, un poco de rabia, otro de miedo. Pero tenía que ser fuerte, no iba a permitir que nadie la tratara así.

Después de eso, Leandro se quedó unos días en Argentina, en donde fue insistente con ver a Olivia de nuevo, para pedirle disculpas y arreglar las cosas, pero ella fue determinante, agradeciéndole el tiempo que habían compartido y despidiéndose.

La situación entre Nico y Olivia era rara. Cada tanto se enviaban un mensaje preguntando un cómo estás, sin embargo, la conversación no avanzaba mucho más que eso. Ella era quería contarle lo que había pasado con Leandro, pero no supo cómo ni encontró el momento.

Alguno de los dos quería decirle al otro de verse, pero Nico sabía que eso confundía mucho a Olivia, y ella sabía que no tenía ningún sentido seguir viéndose con él. "¿Para qué?", pensaba.

Ele había bajado dos cambios respecto a Nico, pero igualmente creía que las cosas serían diferentes. Que él la buscaría, que estarían juntos, que arreglarían las cosas, sin saber, que no había nada que arreglar, que estaba todo dicho.

Era una tarde de entrenamiento abierto en el predio de Ezeiza, Ele le había insistido a sus amigas de ir, de que realmente necesitaba ver a Nico. No les había contado que él le había dado un ultimátum, porque se sentía muy humillada como para hacerlo.

Olivia no estaba segura de querer ver a Nico, sin embargo, le hizo la segunda a su amiga. Principalmente, porque Marti no quería ir sola.

Llegaron al predio y se sentaron a un costado del entrenamiento, con mates de por medio. Las tres charlaban alegremente, cuando los jugadores empezaron a ingresar. Entre ellos, Nico y Pipa.

Ele se avergonzaba un poco de lo que había hecho con Pipa, pero mantuvo su orgullo intacto a medida que el jugador iba entrando a la cancha. Nico la miro directo a los ojos y luego pasó a ignorarla, entonces miró a Olivia y algo en él cambio. No esperaba verla ahí.

— Chicas, miren que lindo que está —dijo Ele, haciendo una mueca mirando a Nico.

— Te re ignoro, Ele —contestó Marti.

— Es que está entrenando, tonta.

Olivia no le sacó la mirada de encima en ningún momento, viéndolo ir y venir, correr de acá para allá, haciendo pases, penales, jugando un partido entre sus compañeros. Se dio cuenta de que estaba mal, muy mal. Lo extrañaba.

𝒜𝓁𝑔𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝑒𝓍𝓅𝓁𝑜𝓉𝒶𝓇 | ꜰɪɢᴀʟ - ᴘᴀʀᴇᴅᴇꜱ | 𝙲𝙰𝙱𝙹 | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora