One Shots (+18) Jujutsu Kaisen (PAUSADA)

Lujuria en la oficina

Nanami Kento

🔞Contenido adulto y explícito, lenguaje vulgar.

Después de meses y meses intentando encontrar un empleo decente, al fin tienes una entrevista de trabajo, y ni más ni menos que en la conocida empresa del señor Kento, de las más importantes en todo Japón. Fue a través de una amiga que supiste de la vacante, probaste a echar el currículum y al parecer la suerte te sonrió, claro que... no imaginabas que tu nuevo jefe te haría perder la cordura y las bragas...

**

Refunfuñas frente al armario de tu habitación debatiéndote en que ponerte de ropa, no quieres acudir muy arreglada, pero tampoco demasiado informal, por lo que finalmente te decides por una blusa entallada de color blanco que transparenta un poco tu sujetador de color negro, tal vez es un poco atrevido, pero no le das mucha importancia, luego optas por una falda de tubo entallada pero no muy corta, lo normal, te maquillas sutilmente y pones rumbo a las oficinas de Nanami.

Una rubia despampanante tras el mostrador de recepción te pide que esperes, pues al parecer, el señor Kento esta reunido. A los diez minutos se abre la puerta de su despacho y sale otra chica de tu edad, la cual imaginas que será otra candidata para el puesto, te muerdes el labio un tanto nerviosa hasta que escuchas la grave voz de Nanami llamarte desde el interior de su despacho. Entras y haces una reverencia, casi no te habías fijado en él, y es cuando te incorporas para mirarlo, que tus piernas se vuelven gelatina, es sumamente atractivo e intimidante.

—Siéntese aquí, por favor —te pide mientras sus ojos te escanean con premeditado descaro.

Tragas grueso, pero no puedes flaquear, tienes que mostrar seguridad si quieres que el puesto sea tuyo, así que levantas la cabeza con decisión y clavas tus ojos en los suyos, ambos os sonreís y empieza la entrevista. El señor Nanami presta mucha atención a cada una de tus respuestas, parece interesado y todo apunta a que serás la elegida. De vez en cuando puedes notar como sus ojos viajan a tu escote y suben a tus labios, pero aguantas el tipo y te mantienes concentrada, el trabajo tiene que ser para ti, aunque será complicado ser la secretaria de un hombre tan jodidamente apuesto.

—Bien, hemos terminado. El puesto es tuyo —alarga la mano para estrechártela y dice con voz neutral dejándote en shock.

—¿De verdad...?, m... muchas gracias, señor Kento —el rubio sonríe de un modo indescifrable, uno que te hace cosquillear todo el cuerpo.

—De nada. Empiezas mañana, y sobretodo sé puntual, odio que me hagan esperar —asientes y te diriges a casa con una enorme sonrisa enmarcando tu boca.

***

Días después

No ha sido difícil adaptarte, eres una chica inteligente y responsable, algo que el señor Kento te dice a diario, está encantado contigo, se muestra amable, benevolente, educado... incluso te atreverías a decir que demasiado, pero te haces la tonta, no quieres jugártela a perder el puesto por simples suposiciones, y mucho menos ser la comidilla de tus compañeros de oficina, en especial del sexo femenino, muchas han intentado un acercamiento con Nanami pero han fracasado en el intento, así que no quieres líos de celos ni peleas de gatas.

*

Acabas de marcharte a buscar unos contratos al despacho de al lado, entre tanto, el señor Kento le da vueltas a la cabeza en cómo puede entrarte, pues ya es tarde y estáis solos en la oficina, ambos os quedáis haciendo horas extra para  adelantar faena para el día siguiente, o sea, la oportunidad perfecta para lanzarse. Vuelves a entrar en el despacho y lo observas, está reclinado en el respaldo de la silla y te mira de un modo que te obliga a agarrar la pila de papeles con más fuerza, tragas grueso y le preguntas.