Pesadilla (Anti-romántico / EN EMISIÓN)

Capitulo 12 Despedida

Sasuke fue donde Kizashi esperaba recibir a su hija. Para cuando se vieron por la entrada principal de la propiedad recuperó la compostura. Fue montando a caballo y bajó para saludarlo. Sakura lo había insultado y sorprendido, pero no por ello el padre pagaría los platos rotos.

—Kizashi Haruno, espero que su viaje haya sido sin muchas molestias. ¿Dejó a su esposa a cargo del negocio de la familia?

Kizashi estaba un poco nervioso al no ver a Sakura junto a Sasuke. Ya había visto la seguridad que rodeaba la entrada, podía imaginar cómo estaría al interior custodiada por sicarios.

—Fue largo y un poco incómodo, pero aquí me tienen listo para recoger a mi hija. Mi esposa y uno de mi estudiante se quedaron en el negocio. ¿Cómo se encuentra tu padre? —Deseaba ir al grano y preguntar por Sakura, pero ante él se encontraba la persona que podía cobrar el favor en dado caso de que Madara no logrará hacerlo. Los rumores corrían como la espuma de que la cabeza de la familia Uchiha estaba mal de salud, y que si no se recuperaba pronto el primogénito tomaría el puesto.

—Mi padre no se encuentra estable por ello estoy aquí para entregar a tu hija.

—Espero que Sakura no haya sido mucha molestia.

Kizashi conocía el carácter de Sakura, y cómo su forma directa podía llevarla en malos términos con otras personas. Pero también sabía lo inteligente que era para evitar conflictos con personas que toman a pecho las ofensas.

—Mi madre la adora, de hecho ofreció que se quedara con nosotros más días, pero ella se negó por la madre que espera en casa.

El rostro de Kizashi trasmitió los nervios que lo consumían, pues no esperaba que los Uchiha hicieran una invitación más alargada.

—¿La señora Uchiha pidió ello a mi hija?

—No tiene porque sorprendente. Mi madre no sale mucho de casa y la compañía de tu hija a sido de su agrado. Pero como dije, Sakura no acepto, aceptaría si su padre se lo pide.

—Es un honor que la señora Uchiha pida la compañía de Sakura, pero temo que no puedo cambiar su decisión. En dos semanas se cumplen tres meses desde la última vez que mi esposa vió a su hija.

—Entiendo, ambas desean verse. Tomemos asiento en la cabina de seguridad mientras Sakura se presenta lista para volver a casa.

Sasuke se dio la vuelta para ingresar a la cabina de seguridad a metros de distancia de la puerta principal de la propiedad. Kizashi lo siguió con los nervios de punta, pues supuso que volvería a intentar convencer que dejará a Sakura. Cada minuto sin verla llegar a la cabina lo puso más nervioso que antes. ¿Una señora esposa de un pez gordo de la mafia interesado en la compañía de Sakura? La misma que pasaba horas encerrada en su habitación, muy poco conversaba con sus padres, y solo tenía una amiga devuelta en el pueblo, era incrédulo que su hija fuera una compañía agradable para Mikoto Uchiha, al menos que hubiera otro motivo. Kizashi pensó ello mientras Sasuke le ofrecía asiento y algo de beber.

—Tomará tiempo para aparezca. Bebe esto y toma asiento para conversar un poco. Mientras mi madre hablaba con tu hija escuché algo de mi interés.

Kizashi tomó la botella de agua fría de las manos de Sasuke, luego tomó asiento en una silla giratorio.

—¿De qué puede tratarse? —inquirió Kizashi. De lo nervioso que estaba comenzó a sudar, pues supuso que Sakura reveló que no fue secuestrada por Naruto.

Sasuke antes de responder subió una pierna en el escritorio para medio sentarse. En una mano sujeta otra botella de agua que pronto comenzó a beber para mojar su garganta. La imagen de Sakura pasando la lengua en el suelo para comer la pastilla anticonceptiva sigue apareciendo en su mente.