El pecador

No lo dejes sufrir.

Nam Joon se sentó frente a Seok Jin, sintiendo el peso de la confesión que estaba a punto de hacer. El omega lo miraba con atención, esperando sus palabras con una mezcla de ansiedad y determinación.

"Jin, hay algo que necesitas saber", comenzó Nam Joon, su voz temblorosa reflejando la tormenta de emociones que lo consumía. "Hay un secreto en mi pasado, algo que he estado ocultándote durante años..."

Seok Jin escuchaba en silencio, su corazón latiendo con fuerza en su pecho mientras esperaba a que Nam Joon continuara.

"Hace años, cometí un error. Un error terrible que pensé que podría dejar atrás", confesó Nam Joon, su voz llena de pesar. "Pero recientemente, ese error ha vuelto para atormentarme. Hay alguien que sabe lo que hice, y está amenazando con revelarlo todo."

El rostro de Seok Jin se llenó de preocupación mientras absorbía las palabras de Nam Joon. "¿Qué es lo que hiciste, Nam Joon? ¿De qué se trata este secreto que has estado guardando?"

Nam Joon cerró los ojos, incapaz de soportar la decepción que sabía que vería en los ojos de Seok Jin. "Lo siento, Jin. Lo siento tanto", murmuró, sintiendo el peso abrumador de su culpa.

Seok Jin se acercó a Nam Joon, envolviendo sus brazos alrededor de él en un gesto de consuelo. "No importa lo que hayas hecho en el pasado, Nam Joon. Estoy aquí para ti. Si me lo permites, podemos superarlo juntos."

Las lágrimas amenazaron con desbordarse de los ojos de Nam Joon mientras se aferraba a Seok Jin, sintiendo el amor y la comprensión que fluía entre ellos. "Gracias, Jin. Gracias por ser tan comprensivo", susurró, su voz quebrada por la emoción.

Seok Jin acarició suavemente el cabello de Nam Joon, prometiéndole en silencio que no lo dejaría enfrentar esta tormenta solo. Juntos, enfrentarían el pasado y construirían un futuro basado en la verdad y el amor inquebrantable que compartían.

Mientras tanto, en las sombras, el enemigo de Nam Joon acechaba, esperando el momento perfecto para destruir todo lo que amaba. Pero Nam Joon no permitiría que eso sucediera. Estaba decidido a proteger a Seok Jin a cualquier costo, incluso si eso significaba enfrentarse a sus propios demonios y arriesgarlo todo por el hombre que amaba.

El camino hacia la redención sería largo y difícil, pero Nam Joon estaba dispuesto a recorrerlo si significaba mantener a Seok Jin a salvo y proteger su amor del oscuro pasado que amenazaba con destruirlo todo.

Nam Joon se quedó solo en su espacioso despacho, la penumbra envolviéndolo mientras miraba por la ventana hacia el cielo estrellado. Sus ojos se posaron en las estrellas, buscando consuelo en la vastedad del universo mientras sus pensamientos se dirigían hacia Seok Jin, el amor de su vida.

Con las manos entrelazadas frente a él, Nam Joon cerró los ojos y comenzó a orar en silencio, sus palabras un susurro apenas audible en la quietud de la habitación.

"Dios, por favor, protege a mi amado Jin. No permitas que sufra por mis errores, por las sombras de mi pasado que ahora nos amenazan. Él es la luz de mi vida, mi razón de ser, y no soportaría verlo herido."

Una sensación de impotencia lo invadió mientras luchaba contra sus propios demonios internos. Nam Joon deseaba con todo su ser poder mantener a Seok Jin a salvo, protegerlo de cualquier daño que pudiera acechar en las sombras.

"Te ruego, Señor, dame la fuerza para enfrentar mi pasado y proteger a mi amado. Haré lo que sea necesario para mantenerlo a salvo, para asegurarme de que nunca sufra debido a mis errores", continuó Nam Joon en su ferviente plegaria, su voz llena de determinación y anhelo.

El tiempo parecía detenerse mientras Nam Joon permanecía sumido en su oración, su corazón lleno de esperanza y temor al mismo tiempo. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero estaba dispuesto a enfrentarlo con valentía si eso significaba proteger a Seok Jin y preservar su amor inquebrantable.

Con un suspiro profundo, Nam Joon abrió los ojos y volvió a mirar por la ventana, buscando en el cielo la guía y la fortaleza que necesitaba para enfrentar lo que vendría. Su compromiso con Seok Jin era inquebrantable, y haría todo lo posible para asegurarse de que su amado nunca sufriera por causa suya.