Capítulo 24: "Hablemos"

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Capítulo 24: "Hablemos"

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Capítulo 24: "Hablemos"

Poco a poco fue despertando y se estiró un poco. Miro al pecador a su lado y sonrió bobamente. Miro su teléfono y eran las ocho y punto de la mañana. Se levantó de la cama con cuidado de no despertar al pecador a su lado, tenía sed así que fue a la cocina, pero al salir al pasillo abrió los ojos de par en par.

—Mierda—dijo, le tomaría un siglo encontrar la cocina en ese gran castillo. Acomodo su cabello y comenzó a recorrer esos largos y grandes pasillos. Duro un rato en encontrar la cocina, pero al fin la encontró.

—Al fin—dijo con cansancio. Pero se sorprendió al escuchar unos pequeños sollozos. Se asomó cauteloso por la puerta y miro a él mismísimo Lucifer.

—Mierda, no, no, no—el caído se lanzó al suelo y cayó cubriendo su rostro. Lloró mientras se hacía daño a si mismo, era claro que estaba en una situación de crisis. El arácnido lo miro con pena y sin dudarlo entro a la cocina.

—Su alteza—dijo el arácnido. Lucifer lo miró sorprendido y rápidamente limpio sus lágrimas.

—¿Q-Que haces aquí?—dijo el caído cubriendo las heridas que él mismo había provocado. El arácnido se acercó a él y se arrodilló a su lado.

—Señor, venga…lo ayudó a levantarse—dijo el arácnido. El caído se alejó, pero cedió a la ayuda del arácnido. Este lo ayudó a sentarse en el banquito y él se sentó a su lado.

—Mierda, están…un poco graves—dijo el arácnido mirando las heridas. Rápidamente busco algunas cosas en la cocina que le sirvieran para curar las heridas.

—No hace falta yo…puedo curarlas…eso es lo malo de ser inmortal…por más que te hieras, no puedes acabar con tu existencia—dijo el caído. El arácnido lo miro con pena y a la vez…comprendía lo que pudiera estar sintiendo.

—Señor…se que no nos conocemos, pero si necesita a alguien que lo escuche…yo puedo ser ese alguien—dijo el arácnido. El caído lo miro impresionado.

—¿No deberías odiarme?—dijo el caído. El arácnido ladeó la cabeza—¿Por qué?—dijo. El caído desvío la mirada.

—Pues  Alastor y yo—el arácnido desvío la mirada—Su alteza eso es irrelevante…lo que hubo entre ustedes fue algo de una aventura y ya hablé con Alastor sobre eso y todo está bien, y no tengo que odiarlo cuando usted no ha hecho algo tan malo—dijo el arácnido. El caído lo miro y suspiró.

—Me alegra que de nuevo estén juntos y que…todo este bien. No te voy a mentir que aun siento algo por Alastor, pero entiendo que él te ama es a ti y respeto eso…me alegra por él, que al fin puede ser feliz contigo—el caído hizo una pausa.

—Su único amor—el arácnido sonrió—Su alteza, usted no está bien ¿Por qué se hizo esto?—dijo el arácnido. El caído lo miro y suspiro.

—Mi vida es una mierda—dijo. El arácnido sonrió—Si la mía también—dijo. El caído desvío la mirada.

Caminos Reencontrados: Al fin juntos_(Radiodust)_[Tercer libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora