IV. ¿Un trato?

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—Papá, por favor, para ¡Por favor!

Yuqi abrió los ojos con lentitud. Se encontraba en la cama de su departamento que quedaba a una hora de su trabajo. Un lugar amplió con una iluminación fantástica que era tapada todo con gruesas cortinas. Tan solo tenía una cama y unas pocas cosas en la cocina porque no se ha tomado el tiempo suficiente para comprar muebles. Parecía un lugar solitario y frío, Yuqi lo notaba al ser la completa descripción de los libros que leía, pero ella no se sentía así. Estaba feliz porque ese departamento lo compró sin siquiera pedir un préstamo. Su capacidad de ahorrar, con la gran cantidad de dinero que ganaba por sus redes sociales, era algo que sabía que su madre estaría orgullosa de ella.

Soltó un largo bostezo e hizo una cara de disgusto al recordar que volvió a soñar con su padre. Un recuerdo que para ella no era nada de que asustarse, sin embargo, su cuerpo estaba sudado, el corazón estaba acelerado al igual que su respiración. También temblaba un poco, por eso que se quedó mirando sus manos. Disfrutando como el cuerpo reaccionaba a algo que ella no sentía. Aún estaba media dormida, con sus ojos medio cerrados concentrados en sus temblores y la sensación de la gota de sudor bajando por su cuello.

Era una reacción normal ante la pesadilla que tuvo. Su padre no había sido un gran padre, pero desde su punto de vista, sí era un hombre digno de admirar. Un militar con sus principios bien establecidos que ni siquiera su hija podría ser la excepción a la regla. Si se hubiesen conocido de otra forma, estaba segura de que se llevarán bien y serían grandes amigos. Tenían muchas cosas en común, su madre siempre decía eso, aunque ella nunca notó sus parecidos. Puede porque no los quería ver o porque nunca llegó a conocerlo sin la ira entre ellos.

Cuando dejó de temblar bajó las manos y se levantó de su cama para comenzar lo que sería su nuevo horario de vida. Comenzó a tararear una canción de una banda italiana mientras se preparaba su desayuno. Soltó una suave risa al ver la hora en la pared, nunca se imaginó que alguna vez en su vida tomaría desayuno a las cinco de la tarde. Su risa aumentó al recordar, con un poco de nostalgia, ese tiempo donde sus profesores retaban a sus compañeros que llegaban tarde a las clases, diciéndoles que solo los perdedores tenían los ojos cerrados de día, es por eso que debían de abrir los ojos una hora antes de que saliera el sol. Ya se podía imaginar a esos compañeros, despertando antes del amanecer con el miedo de convertirse en un perdedor.

Ahora en sus 24 años podría decir con orgullo que su profesora del colegio no sabía nada de la vida y del poder. Los verdaderos ganadores no tenían un horario fijo para vivir porque eran libre de hacer la mierda que se le dé la gana. Ella tenía mucho más dinero, más libertad y más logros que esa mujer, por lo que era el claro ejemplo de eso.

Al terminar de beberse su café con chocolate y cereal, se puso seria. No era momento para sus delirios narcisistas. Tenía una hora para crear un plan para avanzar con su película. Dejó la tasa en el lavaplatos y caminó hacia su living donde estaba una enorme pizarra con la fotografía de Shuhua en el centro. Se quedó mirándola un rato ¿Qué sabia de ella aparte de nada? Agarró el plumón y escribió abajo "reservada" que era lo único que aprendió de las miles de entrevistas que encontró de ella. Era una modelo que tan solo sonreía cuando el fotógrafo le indicaba que lo hiciera y que en las entrevistas nunca se encontraba sola, siempre había una compañera a su lado o alguien más que hacía que cuando le hacían una pregunta, este diera un comentario ante la necesidad de evitar el silencio incómodo. Parecía que le habían cortado la lengua mucho antes de morir. Hizo una cara de disgusto ¿Quitársela a un vivo? Se imaginó a Shuhua gritando mientras...¡No! Detuvo su mente. Ver la franquicia de Saw y el del Destino final era la obsesión que más odió tener. La vida no era tan sangrienta y eso la hacía tener expectativas muy altas, misma razón por no se sentó a ver aquellas películas ilegales que son mil veces más sangrientas.

Freak [GIDLE]Where stories live. Discover now