VEINTIOCHO

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Habían pasado poco más de dos meses desde aquel día.

Para ambos había sido difícil toparse en los pasillos de la escuela, y mucho más en las clases.

Jisung volvió a sentarse junto a Felix, mientras que el alfa con Changbin o Hyunjin.

El omega estaba respetando la decisión de Minho acerca de mantener distancia por un tiempo, pues ambos necesitaban tiempo para ver al otro como un amigo, y el hablarse diariamente podría confundir las cosas.

Los rumores se empezaron a divagar como rayo cuando en el instituto los vieron separados, todos haciendo curiosas preguntas fuera de lugar.

Las sudaderas de Minho ya no olían en lo absoluto a él, ahora su aroma había sido reemplazado por el dulce olor del omega.

Las miradas eran inevitables entre ellos, pero parecían ignorarlo siempre.

Jisung había experimentado como su lobo se había enojado con su parte humana, pues no volvió a sentir su instinto con frecuencia, este solo arañaba su pecho cuando el alfa estaba cerca, lo cual era con muy poca frecuencia.

—Dime que Mina no te ha venido a molestar con eso.— Fue lo primero que dijo Felix cuando encontró a sus dos amigos en receso.

—No directamente, pero parece que es lo único que sabe decir.—Respondió Jisung.

—Debe decirlo por dolida, Minho la rechazo cuando ella volvió a declararse después de su ruptura.— Comentó Seungmin.

—No importa, está bien. Minho puede relacionarse con quien quiera.— Dijo restando importancia.

¿Qué había sucedido?

Hace un mes había sido transferido un estudiante omega cuyo nombre era Yugyeom, quien había llegado de un largo periodo de estar en los Estados Unidos.

No había sido un secreto para nadie el hecho de que aquel omega había tratado de tener la atención de Minho desde que llegó, y se habían convertido en amigos, a tal grado de que el omega se había integrado al grupo de amigos del pelinegro.

Esa mañana, Mina había esparcido el rumor de que Minho y Yugyeom habían llegado juntos al instituto, Justo después de que Minho faltó por cuatro días seguidos, correspondientes a su celo.

Y Jisung sabía que era totalmente cierto, pues él estaba en el auto de su padre cuando los vio llegar. Desde entonces su lobo había estado inquieto toda la mañana, cosa que tenía incómodo al omega, pues era raro que este se manifestara.

—No tengo hambre.

—Dices lo mismo desde hace dos semanas. Además tu celo no ha llegado desde hace dos meses.— Recalcó Felix, quien no paraba de hacer ese tipo de comentarios hace semanas.

—Felix, cállate. Vuelves a insinuar que estoy embarazado y te voy a morder.—Amenazó, su ánimo lo tenía irritable con facilidad.

—¿Entonces como lo explicas?— Insistió.

—Mamá dice que es porque mi instinto está escondido desde que... terminé con él.

—¿En serio no has sentido tu lobo desde entonces?— Esta vez fue Seungmin quien preguntó.

Jisung negó, mintiendo. El tema siempre lo abrumaba, y tenía demasiado miedo.

Jisung lloraba todas las noches desde que Felix empezó a decirle como broma que podía haber quedado embarazado, aunque con cada día que pasaba se lo decía con más seriedad, incluso preocupación.

Recordó las veces que Minho lo anudó sin ningún tipo de protección.

Recordó lo descarado que fue al mentirle sobre tomar pastillas anticonceptivas.

Se odio por haber dicho eso, porque ni él ni Minho querían hijos, era su tonto instinto omega dominándolo.

Por eso no dijo nada, aún tenía la esperanza de no estar en cinta, su aroma no había cambiado.

No iba a decir nada a nadie, él se quería encargar de solucionar todo solo, pero no se atrevía a hacerse una prueba.

El aroma del alfa junto al molesto aroma a vainilla que tenía el omega junto a él se hizo presente.

Su omega lo estaba obligando a soltar feromonas con el fin de llamar la atención de a quien reconocía como su alfa, necesitaba su aroma.

Jisung sentía que iba a explotar, su cabeza dolía, y lo estaba tentando el impulso de ir y restregarse al alfa hasta que se borrara todo rastro de vainilla.

Se obligó a respirar hondo, no podía hacerlo.

Bogum llegó a sentarse junto a Jisung, su expresión denotaba preocupación.— Jisung, ¿estás entrando en celo? Tus feromonas se sienten hasta por la puerta.

El omega se maldijo a sí mismo, no estaba entrando en celo porque no sentía aquel calor, simplemente era su lobo queriendo llamar la atención.

—No... no sé, creo que mi lobo está apareciendo después de tiempo, me siento mal...

Y fue cuestión de minutos para que su visión se desvaneciera, solo atinó a recargarse en Bogum antes de que todo se volviera negro.

—¡Jisung!—Dijeron sus amigos al unísono.

Felix se arrodilló junto a él, Seungmin fue corriendo a buscar ayuda en enfermería.

Y fue Minho quien en un dos por tres se encontraba sujetando a Jisung con la intención de llevarlo cargado hasta enfermería.

—Déjalo Lee, yo lo voy a llevar.— Dijo Bogum.

—Tuviste treinta segundos para actuar y no hiciste nada, si quieres discutir deberá ser después de que Jisung esté bien.— Dicho eso se fue lo más rápido que pudo con el omega en sus brazos.

Todos estaban prestando atención a lo sucedido. Felix siguió a Minho, y pudo ver como aquel omega llamado Yugyeom iba detrás.

Para su mala suerte, la enfermera no estaba, y mientras Minho, Bogum, Felix y Seungmin entraban en pánico, Yugyeom fue el único que supo que hacer.

—Mis dos papás son médicos, háganse a un lado.—Dijo el omega, acercándose con una botella de alcohol y algodón en sus manos al rubio que estaba en la camilla inconsciente.

Todos lo dejaron pasar, y el timbre aprovechó para sonar.

—Felix, Seungmin, Bogum, vayan a clases a tomar notas para Jisung -

—¡No! No lo voy a dejar aquí-

—Entonces salgan, este lugar es muy pequeño y el chico se va a sofocar con todos aquí.— Dijo Yugyeom.

—Que se quede Felix, yo y Bogum iremos a clase.— Intervino Seungmin.

Y así lo hicieron, ahora había tres y el rubio en la habitación.

—¿Sabes por qué se desmayó?— Cuestionó Minho mientras Yugyeom pasaba el algodón por la nariz de Jisung.

—Se sentía mal desde la mañana, y no había comido nada.—Se limitó a decir el beta.

—Agh, no está funcionando. Honie, ¿puedes soltar feromonas? Mi papá me contó que eso hacían en la clínica para despertar a los omegas que se desmayaban.—Pidió el omega.

Minho se acercó a Jisung, rozando su propio cuello con la pequeña nariz del chico, esperando que funcionara.

Entonces Jisung se removió y finalmente abrió los ojos.

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