VEINTIDOS

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—¡No entres, mamá!

Silencio.

—¿Minho está contigo?—Volvió a hablar.

Jisung miró preocupado a su novio, quien también lucía considerablemente asustado.

Ambos sentían que habían hecho una travesura.

—¿Sí?— Contestó, cerrando los ojos al imaginar los miles de escenarios donde los regañaban y les daban la plática de sus vidas.

—Es obvio, lo olí desde abajo.—Habló más para ella misma.— Tu papá y yo nos iremos a casa de tu tía, por favor cuando pase háznoslo saber por mensaje, ¿sí?

Eso había sorprendido a la pareja que estaba unida por un nudo.

—S-sí, de acuerdo.— Dijo Jisung, aliviado de que no hubo charla.

—Adiós, pásenla bien. Dejaré dinero en la mesa para que pidan comida a domicilio, ¡no olviden comer!

Los pasos de su madre cada vez se escucharon más lejos y pudo oír la voz de su padre, quien seguramente estaba en la planta baja, pero no pudo descifrar que decía.

Cuando el sonido de la puerta principal siendo cerrada se escuchó, fue que ambos pudieron suspirar aliviados, riendo sin saber por qué.

—Pensé que iba a sacarme de la casa.— Admitió Minho.

El rubio negó.— No dejaría que eso pase.— Le dijo, abrazándose a él.

—Andas muy cariñoso, bebé.— Destacó, devolviéndole el abrazo, sintiendo como Jisung hundía la nariz en su cuello.

—Tengo tu pene adentro, me acabas de dar un orgasmo cuando pensé que moriría por lo feo que se siente estar en celo. Obviamente voy a estar cariñoso contigo.— Recalcó, finalizando con una leve mordida en la zona.

—¿Y cómo no iba a atenderte? Eres mi omega, yo solo quiero que te sientas feliz y satisfecho.

Jisung sintió calidez en su pecho ante tales palabras, le gustaba la sensación.

—Me siento mal por no haber estado para ti cuando pasaste por tu celo.— Admitió el omega.

Minho ladeó su cabeza para depositar un beso en la sien del rubio.— Fue mi decisión, no te sientas mal. En ese entonces no habíamos tenido sexo y créeme que no hubiera sido precisamente "suave" si me dejara llevar, así que te hubiera lastimado al ser la primera vez.

Jisung volteó su cabeza y se acomodó para comenzar un beso lento entre ambos, sin prisas, disfrutando del momento y de la boca del contrario.

—Honie...

—Dime.

El rubio negó para sus adentros.

—¿Crees que un nudo se sienta mejor sin condón?— Preguntó, en cambio, provocando una carcajada en el pelinegro.

—Sí, pero no lo vamos a descubrir.

El rubio hizo un puchero.—¿No quieres tener bebés conmigo?

Volvió a reír— Cariño, sabía que esto pasaría. Estás en celo, tú tampoco quieres bebés, es tu omega.

—¿Entonces no los quieres?—Insistió.

—Sí, los quiero. Pero en unos años cuando ya trabajé y pueda darles una buena vida.

El omega asintió, parecía convencido.

(...)

Una vez el nudo se bajó agradecieron que aún no le llegaba otra ola de calor a Jisung, así podían pedir algo para comer los dos.

Terminaron pidiendo pollo frito a domicilio, a petición del omega, y Minho se comería cualquier cosa que este quisiera.

Se habían puesto la ropa interior y sus respectivas camisas para esperar en la sala.

—Quiero intentar hacer un nido.— Comentó Jisung.

—Oh, mi madre me ha hablado de eso. Si quieres puedes hacerlo mientras espero el pollo, para que tengas privacidad.

El rubio se puso de pie.— ¿M-me das tu camisa?

Minho pudo sentir a su lobo saltar de felicidad, el nido de un omega era algo demasiado íntimo y que este quisiera su aroma en él lo hacía sentir cálido.

Inmediatamente se quitó la camisa, tendiéndosela emocionado.

—Gracias, uhm... me avisas cuando esté el pollo.— Dijo antes de dirigirse a la escaleras, luciendo emocionado.

Fue cuestión de diez minutos y el timbre sonó, entonces Minho se golpeó mentalmente por haberle dado la camisa a Jisung, ahora debía abrir prácticamente en ropa interior.

Asomó su cabeza, abriendo lentamente.

—Buenas tardes, orden de pollo a nombre de Minho.—Anunció una omega que era repartidora.

—Buenas tardes, ¿cuánto es?

—Once mil wones, por favor.

Le tendió el dinero y torpemente agarró la bolsa, debido a que no quería exponerse, pero terminó agarrando equivocadamente una de las salsas y eso embarró el uniforme de la chica.

—¡Lo siento!

—Oh, no te preocupes. ¿Puedo pasar a lavarme? Mi jefe me va a regañar si me ve así.

Minho se sintió culpable, así que la dejó.

La chica pasó, tratando de no mirar de más el cuerpo del pelinegro, siendo guiada al baño.

—Disculpa que esté en ropa interior-

—Tranquilo, puedo oler a tu omega.

Minho no dijo nada más.

Afortunadamente la omega fue rápida y en cuestión de un par de minutos se fue, dejándolo solo para llamar a Jisung.

—¡Jisung, llegó el pollo!

No hubo respuesta, pero después escuchó unas pisadas veloces y el rubio bajó por las escaleras.

—Moría de ha-

Silencio.

Jisung olfateó el ambiente.

—Huele a omega desconocida.— Fue definitivamente un reclamo.

—La chica que trajo el pollo se ensució, tuve que dejarla pasar a lavarse.— Explicó.

—Ah mira, que bondadoso tu dejando pasar a una omega estando desnudo.

—Tengo bóxer, bebé. Además, fue mi culpa que se le cayera la salsa-

—Como sea, ya no tengo hambre. Come y después has lo que quieras, voy a dormir.— Trató de lucir desinteresado, girándose para volver a la habitación.

Minho quería reír, pero definitivamente eso enfurecería más a Jisung.— ¡Bebé, no seas así! Come, vas a necesitarlo para la próxima ronda.

"Próxima ronda" el solo pensamiento hizo que a Jisung le temblaran las piernas y que el cosquilleó se hiciera presente... oh no.

—Mierda.—Maldijo el omega por lo bajo.

—¿Volvió?

—S-sí, pero iré a la habitación, no te quiero ahí.—Dictaminó.

—No te dejaré sufrir-

—¡Vete con esa omega!—Explotó.

— Jisung entiendo que el celo te tenga así, pero es ridículo. Solo hay un omega con el que quiero estar y eres tú.

Bien, el rubio podía rendirse fácilmente ante su alfa.

—P-pero no entres a mi habitación, iré por los condones.

Y antes de que Minho pudiera decir algo Jisung salió disparado hacia arriba.

ReasongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora