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A la mañana siguiente el avión ya estaba dando anuncio de que pronto iban a llegar a Brasil. Luffy se despertó de buena forma aunque se le notaba levemente los ojos hinchados al igual que las ojeras. Movió despacio al pequeño Rocinante para poder despertarlo.

— Cariño, ya vamos a llegar. Vamos despierta—. dijo Luffy para darle un casto beso en la frente.

— Mami... tengo sueño—. dijo el pequeño Rocinante soñoliento a Luffy le dió ternura como esté se quedaba nuevamente dormido; decidió en en dejarlo otro rato.

El azabache miró a la ventana y notó como se veía el cielo, tenía demasiado tiempo en no ver el cielo de esa manera tan hermosa; miró abajo y se percató de la playa de río de Janeiro.

—. Wow... es tan hermoso.

— Siempre lo has sido—. comentó Zoro sin darse cuenta de lo que había dicho; Luffy lo miró sorprendió, hasta que Zoro se percató de lo que había dicho—. Digo, la playa Siempre lo ha sido, no quería decir que tú ya que tu también eres hermoso pero en realidad estaba hablando de la playa, tampoco estoy diciendo que eres feo-—. intentaba explicar pero estaba tan avergonzado que la lengua se le enredaba si sé diría así—. Discúlpame, no quería decir eso—.  empezó a pedir disculpas cabizbajo pero antes de seguir hablando escucho una risa; subió su cabeza y notó como el azabache se estaba riendo.

Se sonrojo levemente, estaba realmente avergonzado.

— Ay Zoro, eres tan gracioso—. se burló Luffy—. Buenos dias.

— Buenos días—. fué lo único que dijo para luego desplazar su mirada a su celular. Se percató de las llamadas perdidas de un número desconocido, sabía quién era pero no quería que su mañana fuera un desastre con solo hablar con aquella mujer, además con lo vivido de hace algunos minutos su mañana empezó algo amigable por decirlo así.

Apagó su celular y lo guardó en el bolsillo, miró nuevamente a Luffy que estaba abriendo una bolsa de Onigiris; su barriga sonó. Verifico sí en su maleta llevaba comida y de buenas que sí encontró. Notó que eran bolitas de carnes con arroz un poco apetecible para él.

Ambos empezaron a comer hasta que Luffy notó lo que comía esté, su boca se le hacía agua con solo pensar en la carne, sin pensarlo llamó a Zoro y esté volteó hacía él.

— Podemos intercambiar un poco? Es que las bolitas de carnes son muy ricas—. comento algo Disculpa solo digo, sí no quieres todo bien. No pasa nada—. dijo Luffy apenado para mirar su comida.
Zoro maldecía en voz baja por lo tierno y lindo que se veía el Azabache, hizo un sonido con su boca y miró a Luffy.

— Toma, no pasa nada. Además, los Onigiris son mí comida favorita—. comento con una sonrisa mientras le acercaba la comida a esté.

Luffy lo miró a los ojos sorprendido para luego sonreír apenado, ambos cambiaron de comida y wow se habían enamorado de aquellos platillos tan exquisito.

Zoro no sabía como diablo explicar la ricura de aquella comida y por el lado de Luffy estaba en la misma situación, le encanta aquella sensación tan espléndida de la carne.

Ambos se vieron a la cara gustosos—. Ésto esta demasiado bueno—. ambos dijeron al mismo tiempo—. Esté es mejor—. fruncieron el ceño, seguían diciendo lo mismo—. No digas mentiras—. y seguían con lo mismo hasta que Luffy se echó a reír por lo tonto que sonaban.

Zoro se echó a reír después, parecían niños peleando con solamente decidir que una de las dos comidas estaban más deliciosa que la otra.

Antes de decir otra cosa hubo una turbulencia no tan fuerte pero solamente significaba que ya habían llegado al aeropuerto. Se preguntaban que tanto tiempo habían comido y charlando para que llegarán
Al terminar de comer ambos se devolvieron las bolsas y se agradecieron por lo bien que sabía.

— Wow, tu hiciste eso? Sabía delicioso—. preguntó Zoro felíz por haber comido aquellos Onigiris del azabache—. Me encantaría aprender algún día contigo.

Luffy asintió contentó por saber que a Zoro le había gustado su comida—. De echó estaba en clases de cocina pero, dejé de hacerlo hacé unos meses...—. un golpe en el pecho llegó a él cuando sé limitó a recordar aquel momento.

Empezó a recordar como había dejado el cursó de cocina por su embarazo y por los regaños de su ahora ex esposo por su Estado tan delicado.

Antes de que pasara aquello, en los 5 años que había vivido de matrimonio con Law habían tenido una criada pero, luego del mediado 4 años, Law decidió en qué el azabache mejorará en cocinar ya que cuando la criada se iba de descanso; Luffy tenía que prepararle su comida.

Era un caos cuando el azabache entraba a la cocinar y cuándo Law lo notaba abusaba verbalmente del azabache por lo "torpe e innecesario" que era para la cocina.

Luffy aguantó, no porque quería, sí no por lo enamorado que estaba de aquel hombre. No mentiría que había veces de cuando Law se pasaba de la raya con sus palabras, que los lastimaban y pasaba la noche llorando en silencio recordando y repitiéndose de las veces en que era un fracasó para ser esposo del alguien que se mataba el lomo trabajando todo el santo día.

Así que un día se levantó con suficiente energía y entró a un cursó de cocina; le iba bien a pesar de todo. Cuando hizo su primer platillo y lo probó se emociono demasiado al saber que lo había echó bien que tenía tantas ganas en que su esposo lo probará pero cuando Law lo probó nunca lo elogió o felicitó por su esmero, solo se quejó porque "le faltaba sal" fué lo único que había dicho antes de apartar la comida y retirarse; dejando a su esposo desconcentrado y decepcionado de sí mismo.

Esa misma noche Law decidió en que mejor salir solo a comer; Luffy al darse cuenta de ma salida del mayor, por la impotencia, rabia y decepción de que nada le salía bien en la cocina estrello el plato en la pared con todas sus fuerza pero, se arrepintió al percatarse de la presencia de su pequeño hijo.

Todos esos viejos recuerdos le hacía creer que nunca iba a ser bueno en eso. Law le había echó demasiado daño y él apenas se empezaba a dar de cuenta del error más grave que había echó. En no conocer bien a la persona con que se casó y juro con toda su vida que siempre -a pesar de todo- iba a estar a su lado, en las buenas y malas.

Algo que ya no soportaba y su única buena elección fue acabar todo cuando vió ha aquel hombre con otra mujer.

No lo pensó dos veces y tampoco sería necesario, ya con éso había decidido en salir del país para empezar una vida menos tóxica y para nada saludable para su vida -contando con la de su hijo- tenía que empezar una nueva vida, disfrutar más y sonreírle a la vida.

Dejó aquellos recuerdos a un lado y decidió en mirar nuevamente al hombre que estaba cerca suyo—. Me encantaría poder enseñarte a hacerlo—. sonrió de oreja a oreja para luego tomar a Rocinante y sentarlo en sus piernas.

Zoro sonrió por segunda vez, al saber que el azabache estaba gustoso en enseñarlo hacer aquel platillo. Moría de ganas de planear alguna cita en casa para estar junto al azabache.

— Entonces algún día me enseñarás. Gracias.

Continuará...

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Holaa!

Como siempre tarde:')

Éste capítulo nos da a entender de como antes Luffy vivía aquel maltrato de su esposo.

Creó que alguien se está enamorando muy rápido 🤫

Estaré actualizando más seguido esta historia al igual que la otra, solo téngame un poquito de paciencia plis. (llora)

Pero bueno, sin más.

¡Chau Chau!

La Segunda Es La Vencida ~ [One Piece] Where stories live. Discover now