🧡Mi Vida Por La Vuestra💚 (Finalizada)

-18-

-Qué... habéis...

Kirishima no puede terminar la pregunta.

El regreso a palacio ha sido tal y como ambos se lo han imaginado y hablado. Bakugou aguanta la risa frente a su amigo mientras Midoriya pide disculpas por atreverse a cometer un acto tan ofensivo hacia el Rey cortándole el cabello y perforándole las orejas.

El capitán se siente mareado, tanto que tiene que tomar asiento.

Midoriya le entrega veloz un vaso de agua bien fría.

-¿Hay algo más que deba saber antes de salir ahí afuera y anunciar que estáis más que bien recuperado?

Se arrepiente de haber formulado la pregunta nada más hacerla pues la sonrisa que los recién casados comparten lo dice todo.

Suspira. Se frota las sienes.

Se pone de pie.

Y camina hacia el Rey sorprendiéndole con un abrazo.

-Gracias por proteger mi espalda, Eijiro.

-Más os vale haberme traído un bonito recuerdo de vuestro viaje o la próxima vez que me pidáis un favor tendréis que hacerlo de rodillas.

-Ooooh~ no hay problema, se me da muy pero que muy bien ponerme de rodillas frente a un hombre. ¿Verdad, Izu?

Kirishima se da la vuelta no queriendo saber nada más al respecto mientras Bakugou busca los labios de su amado quien esconde su rostro totalmente avergonzado. El capitán carraspea requiriendo su atención.

-No quiero ser un corta rollos pero tenemos un problema.- se giran hacia el capitán – Y el problema sois vos, mi señor – pone los brazos en jarra - ¿Cómo pretendéis presentaros ante la Corte y la Iglesia sonriendo como un maldito adolescente enamorado? Se supone que la muerte ha estado a punto de llevaros en cantidad de ocasiones durante el tiempo que habéis estado retozando por ahí.

-No hemos estado retozando.

Responde Midoriya nervioso.

-No todo lo que a mí me hubiera gustado.

Sonríe arrebatador.

-Os hablaré a vos, Midoriya, visto que mi Rey ha perdido el juicio.- lo observa juguetear con los rizos del peliverde - ¿Tenéis alguna idea de hacerle parecer enfermo? Y no solo eso, sino también tenemos que pensar qué les diremos cuando vean que se le ha cortado el cabello. No sabéis cuánto significado tiene el cabello largo en la realeza.

Midoriya baja la cabeza muy culpable.

-No le hagáis caso, Izuku. Es solo cabello, lo importante en un Rey es esto.- coloca su mano en el pecho. Sus latidos laten más vivos que nunca, pero el pecoso no se siente mucho mejor.

-¿Y bien? No quiero meteros prisa pero tengo a un grupo de hombres histéricos al otro lado de las dos puertas que nos separan. Hombres por saber si tengo que avisarles de preparar un entierro o que vayan a las cocinas a preparar una más que no bienvenida celebración por vuestra recuperación.

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-Izu...ku... ¿Qué mierda me habéis hecho tomar?

-Se llama amarillis, y en dosis muy grandes puede ocasionar la muerte.- Bakugou se remueve dolorido. Cree haber vomitado hasta la primera comida de su vida - ¿No decíais que queríais ser envenenado por mí? – Midoriya sonríe con maldad.

El Rey le clava la mirada entre los almohadones. Quiere replicar, tomar la mano que le está tomando el pulso y empujarlo a la cama para ser sometido pero el sumiso es él. Y tampoco le importa serlo. Le encanta cuando el médico, quien parece un corderito inocente, es en realidad un feroz lobo hambriento cuando están a solas.