War siempre ha sabido que no es suficiente para Yin. Desde su compromiso hasta sus actuales años de matrimonio, sabe que el Alfa se ha conformado con tenerlo a su lado y que no es exactamente él quien desea tener por Omega. Sin embargo, War ya no qu...
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War revisa varias veces su atuendo en cuanto pone un pie fuera del taxi. Resulta que la dirección del restaurante que le envió la madre de Yin era la de uno de los hoteles más caros de la ciudad. War había cenado en el restaurante de dicho hotel en su último aniversario con Yin, y realmente no le había gustado mucho el lugar.
A pesar de que estaba acostumbrado a una vida de comodidades, todo le resultó demasiado ostentoso, pero por supuesto que la omega no pensaba lo mismo. Ella lo espera en el lobby del hotel, saludándolo con una sonrisa y unas palmaditas suaves en el hombro. War intenta controlar todo su cuerpo durante el camino hasta el restaurante del hotel para que no delate su incomodidad y nerviosismo.
-Estás un poco tenso, tesoro.-La voz de de la mujer le dice en un tono dulce que solo ha escuchado cuando la mujer habla con Yin.-Sé que puede resultar muy incómodo para ti, teniendo en cuenta que nuestra relación siempre ha sido difícil.- se encoge de hombros, deteniendo la conversación en lo que un camarero toma su orden y llena sus copas de vino.- Fui yo quien ofrecí este almuerzo y me encuentro igual de nerviosa, la verdad.
-Supongo que tiene razón en eso. No me siento para nada cómodo con usted.-Admite, mirándola a los ojos.-Sigo pensando que esto es extraño, pero haré un esfuerzo para que...nos llevemos mejor. No me gusta que Yinie esté en el medio de esto. A pesar de que fue su madre quien lo provocó.-La Omega sonríe y War no sabe que le resulta gracioso.
-Tienes razón y por eso me alegra mucho que hayas aceptado mi invitación a almorzar, tesoro. Significa mucho para mí, realmente quiero resolver las cosas entre nosotros.-War asiente ante las palabras ajenas, tomando un poco del vino que pidieron mientras esperaban que su comida llegara.-Y bien, cuéntame. ¿Cómo están las cosas en casa? Escuché de Anan que han hablado sobre tener bebés. Me haría muy feliz ser abuela.-El Omega le dedica una sonrisa tensa.
-Eso tenemos pensado, pero todavía no es nada seguro.-Añade y ella asiente con una sonrisa. El lenguaje corporal de la Omega es imposiblemente relajado y su propio cuerpo se relaja instintivamente ante ello.-La verdad me gustaría mucho compartir esa experiencia con Yin.
-Te daré una advertencia: El embarazo, no es la peor parte. Creéme.-Ella le dice, con una expresión de añoranza.-Mientras estás gestando, solo rezas para que el tiempo pase rápido y los puedas tener entre tus brazos. Pero cuando nacen, te preguntas por qué solo son nueve meses de gestación y cómo una cosita pequeña puede gritar tanto.-War no puede evitar reír por sus palabras, relajándose un poco.-Yin fue un bebé muy tranquilo, pero después comenzó a caminar y fue otra historia totalmente diferente. Me pregunto si sus cachorros serán iguales.
-¿Es así?-La mujer asintió.-Lo tendré en cuenta, gracias.-Ella asiente, desviando sutilmente su mirada hasta una de las mesas a distancia y sonríe ante lo que ve.-Bien, si este almuerzo es para llevarnos mejor supongo que debería disculparme por lo que le dije en la fiesta pasada-Ella lo mira sorprendida, por un momento pensó que War solo se sentaría ahí a esperar que ella comenzara a disparar disculpas.-No debí opinar acerca de su vida personal, sobre todo con un tema tan delicado como lo es su matrimonio.
