God Is a woman||Jacaerys Velaryon

08

Los dedos de aenerys tocaban aburrida el mármol de la silla había sido llamada por su madre para que conociera a su futura propuesta de matrimonio y aunque no quería tenía que hacerlo a menos de que la enviaran lejos otra vez por meses pensando bien la idea no sonaba tan mal

Tenia sueño no había logrado dormir por los eventos de anoche además de que llevaba una delgada pañoleta en el cuello por culpa de jacaerys eso era lo que más ocupaba su mente el hecho de no haber dicho nada cosas que la hizo sentir débil y aunque no lo dijera abiertamente el tacto de sus dedos seguía ahí ,odiaba a ese bastardo como nunca pero era mejor ya no pensar en ese momento

Aenerys estaba más que perdida en sus pensamientos y preocupaciones. La idea de un matrimonio político la agobiaba, y la perspectiva de conocer a su futuro esposo solo añadía más peso a su corazón por lo menos su madre había aceptado tener la privacidad de conocerlo,la situación sería más incómoda cosa que agradecía aenerys.

De repente, una voz suave la sacó de su ensimismamiento. Al alzar la mirada se encontró con un chico de pelo azabache el cual venía acompañado de un guardia, frunció el ceño levemente por lo menos este no era un gordo hombre que le doblaba la edad o un niño de doce,era un chico problable con años más pero sin llegar a ser viejo lo más raro era la manera en la que venía calmado y tan sereno que aenerys dejo de sentirse levemente nerviosa

—Mi pricesa,mi nombre es elric Baratheon—Incluso la manera en la que se presentó fue tan calmada sin ninguna mirada de deseo hacia ella—Es un gusto conocerla

Aunque aenerys había decidido mantenerse distante y fría, la presencia de Elric la sorprendió. No era solo su apariencia impecable, con su porte noble y su sonrisa encantadora, sino también su actitud respetuosa y amable.

—un gusto,lord elric—Su apatía no fue desapercibida por el,aunque en ese momento su deseo no era incomodarla—Le gustaría que tomáramos un paseo—Se levanto arreglando levemente el vestido preparada para levantarse sola hasta que una mano se ofreció

—permitame ayudarla—Dijo tan calmado con una voz completamente profunda. Al tenerlo como visita sabía que debía ser cortes con el o de lo contrario no quería imaginarse los comentarios de su madre o de Otto

El paseo fue algo incómodo para ella estaba tratando de ser distante pero a la vez amable era difícil describir como se sentía en se momento  Elric, a su lado, notaba la barrera invisible que ella había levantado y respetaba su espacio, aunque su deseo de acercarse a ella era evidente.

Aenerys paseaba por los jardines de Desembarco del Rey evitando el contacto visual con el, disfrutando de la serenidad que ofrecía aquel oasis verde en medio del bullicio de la ciudad ambos caminando lado a lado en una distancia considerable

—Princesa—comenzó Elric con una sonrisa cortés—me gustaría expresarte mi admiración por tu destreza en el arte de la espada. He escuchado hablar de tus habilidades marciales y de tu valentía en el campo de batalla, y debo confesar que me impresionan profundamente.—