Incognito (Bakudeku fem¿?)

7. Noticia

Katsuki sonrió con la respuesta de su amado, así comenzó con un apasionado beso, donde Izuku dejo que el cenizo marcara el ritmo y el tiempo, realmente no se había dado cuenta cuanto había extrañado probar esos labios de esa manera.

Desde su transformación solo se habían dado caricias y suaves besos, pero luego de la plática con el estilista donde también utilizo nuevamente su quirk para que el peliverde conservara su físico como mujer, deseaban este momento de intimidad.

Sin despegarse del beso, el cenizo levanto sin dificultad a su esposo, eso hizo que el peliverde soltara una risita y aprovecho para enredar sus piernas sobre la cintura.

Katsuki no estaba seguro de cómo tratar a Izuku a la hora de la intimidad, pero sería algo que exploraría junto con su esposo.

El cenizo se sentó en la orilla de la cama mientras que el peliverde se quedó a horcadas, el ambiente se llenó de excitación y deseo mientras Bakugo e Izuku se dejaban llevar por sus emociones. Poco a poco la ropa se deshizo de sus ropas, revelando cada centímetro de piel que ambos anhelaban recorrer.

En un movimiento rápido pero suave donde Izuku fue depositado en las suaves sabanas, ambos se perdieron en la mirada contraria disfrutando de la conexión única que ellos siempre compartían.

-Eres hermoso, mi Izuku no importa si eres mujer u hombre eres el ser más hermoso a mis ojos y no hay nadie más – susurro en el oído de su amante causándole sensaciones en el cuerpo a Izuku que no estaba seguro de cómo interpretar.

Katsuki se tomó su tiempo para recorrer el cuerpo de su amado, conociendo nuevamente el cuerpo de su esposo quien solo se dejó llevar por el tacto, los suspiros y los suaves gemidos que soltaban, causaba reacciones en el cuerpo de Katsuki.

-Kacchan, por favor – rogo

-¿Estas listo mi amor? – pregunto al tiempo que se ponía de rodillas entre las piernas de Izuku

-Siempre listo para Kacchan

Katsuki comenzó a entrar en el centro de Izuku, las sensaciones eran nuevas para ambos, disfrutando el contacto, cuando por fin se sintió totalmente dentro, el vaivén comenzó lento, el cenizo quería asegurarse de no lastimar a su amado, pero poco a poco la sensación y el placer los estaba llevando a la locura, las embestidas comenzaron a ser cada vez más rápidas y certeras y de un momento a otro, sintió ese cosquilleo que anunciaba su orgasmo y se corrió dentro de Izuku.

El tiempo pareció detenerse mientras el par de amantes se perdían en sus deseos, en la pasión y el amor que compartían desde hace años, cada susurro, cada suspiro era una muestra de lo mucho que se amaban.

Perdieron la cuenta de cuantas veces lo hicieron esa noche, no sabían si con este encuentro el peliverde iba a quedar en cita o no pero no les importaba en lo más mínimo en ese momento, solo querían recorrerse y encontrarse.

La mañana por fin llego, Izuku comenzó a despertar notando que estaba solo en la habitación, se sentó en la cama con la sabana cubriendo su cuerpo, sonrió pues su mente recordaba con que amor y suavidad lo había tomado su esposo, le gustaba que a veces fuera rudo, pero anoche fue muy especial para él.

La puerta del dormitorio se abrió, dejando ver a su esposo con una bandeja de un desayuno ligero – Buenos días, amor ¿Cómo te sientes?

-Hola Kacchan, me siento bien – comentó alegremente – aunque me siento extraño este cuerpo es...extraño para mí, pero no me importa si con él podemos tener un pedacito de nosotros.

Katsuki le dio un suave beso en los labios - ¿Qué te parece si desayunamos?, tenemos que ir al centro comercial para comprarte más ropa, ya que estarás así un tiempo más.