10. Antojos

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Izuku ya estaba en el tercer mes y su pequeño vientre comenzaba a notarse, era fin de semana y salieron temprano para ir con el estilista, según sus cuentas el quirk aún tenía el efecto una semana más, pero ellos preferían ser cautelosos y evitar algún problema futuro.

La peliverde se veía muy feliz, y lo demostraba siendo muy cariñosa con Katsuki cada vez que podía, los chicos habían organizado una fiesta que tenían pendiente para celebrar la próxima llegada de los gemelos Bakugo.

La reunión seria en la casa de Shoto, al llegar fueron recibido por Natsu, quien al ser medico comenzó a hacerle preguntas sobre el cambio de género y el embarazo

-Es increíble, chicos – comentó emocionado – había escuchado en la carrera esa posibilidad, pero son pocas personas las que pueden realizar un cambio de genero así de eficaz la mayoría no te permiten concebir – aclaro el peliblanco

-Pero bueno, dejemos de lado el aspecto médico y celebremos esta maravillosa noticia. Tengo que decir que estoy emocionado de ser tío de estos pequeños, ¡felicidades de nuevo, chicos! - exclamó Natsu con una gran sonrisa.

Como Izuku conocía la casa de Shoto como la palma de la mano en un momento fue a la cocina, tenía antojo y estaba buscando que comer, observó el pan de caja que estaba en la alacena y, gracias a que conocía a Fuyumi sabía que debía tener chocolate en polvo en algún lado.

Así que una vez que lo encontró, tomo una rebanada del pan y le unto el chocolate en polvo, una combinación extraña, pero a él no le importo pues sentía la necesidad de comer eso

Katsuki se preocupó al no ver a la peliverde y la encontró en la cocina degustando el extraño bocadillo

-¿Qué estás comiendo, Zuzu? -preguntó entre curiosidad y preocupación.

- Solo es pan con chocolate en polvo, tenía antojo y encontré estos ingredientes en la cocina de Shoto - respondió Izuku con la boca llena

-Zuzu no debes comer esas cosas, le puedes hacer daño a los bebes – lo reprendió en un tono serio.

Los ojos de la peliverde se cristalizaron en ese momento Katsuki nunca le había hablado en ese tono antes, comenzó a derramar lágrimas y salió corriendo de la cocina

-Zuzu espera – se dio cuenta de que le hablo un poco fuerte a su esposo

Encontró a Izuku en una banca del jardín trasero estaba siendo consolada por Fuyumi en ese momento

-Kacchan me hablo feo – sollozaba – Kacchan ya no me quiere

-No digas eso Izuku – consoló la hermana mayor de Shoto – debe ser un malentendido

El corazón de Katsuki se encogió al escuchar el llanto y las palabras de Izuku lo hicieron sentir peor, se acercó rápidamente y se arrodillo frente a él.

-Zuzu, amor, lo lamento, no fue mi intención hablarte de esa manera. Solo me preocupa tu salud y la de nuestros hijos, jamás dije que no te quisiera, eres el amor de vida, lo más importante en este mundo – susurro al tiempo que tomaba las manos de la peliverde y le dejaba un suave beso en el dorso – Perdóname amor

-Kacchan ¿no me odia? – pregunto temerosa de la respuesta

-Claro que no te odio, Zuzu eres mi todo, ¿Cómo odiar a lo mejor que me ha dado la vida?

Izuku observo el semblante arrepentido de su esposo y quiso lanzarse a los brazos de su esposo, pero Katsuki lo detuvo y lo cargo para sentarse con él en la banca

-Oye tranquilo, no debes ser tan impulsivo ese movimiento puede ser peligroso amor – susurro de manera tranquila

Fuyumi por su parte prefirió darle su espacio, entro a la sala viendo a los demás

-¿Has visto a los festejados? – pregunto Shoto

-Si, están en el jardín de atrás, déjalos un rato tuvieron un pequeño malentendido – comento Fuyumi

Un momento más entraron Izuku y Katsuki se veían felices, las chicas se llevaron a Izuku para platicar sobre su embarazo y como va con eso

Por su parte Denki, Eijiro, Shoto y Tenya estaban con Katsuki celebrando los primeros tres meses de embarazo y lo bien que estaban yendo las cosas

-Me comento mi hermana que hubo un malentendido, pero los veo bien – comento Shoto

-Si bueno, lo regañe por comer un poco de pan con chocolate en polvo – confesó el cenizo un tanto frustrado

-Me imagino que son parte del proceso, ¿no? Antojos extraños y cambios de humor – comento Eijiro pasando su brazo alrededor del cenizo – No te sientas mal, solo tenle la misma paciencia que siempre le has tenido.

-Lo sé, pero a veces es demasiado, encontrarlo a medianoche en la cocina, buscando algo que se le antojo, por suerte suelo hacer y dejar de todo un poco tanto en el departamento como en la oficina. – respondió

-Hombre prevenido que no quiere salir a mitad de la noche por un antojo nocturno, ¿verdad? – bromeo Denki

-Según Natsu eso se da más común a los cinco o seis meses - comentó Shoto

-Bueno suerte con ellos – hablo Eijiro

-Si Zuzu se le ocurre hacer eso a mitad de la noche te hablare a ti para que Pikachu venga a cuidarlo y tú me acompañaras a conseguir lo que sea que se le ocurra – amenazo el cenizo a sus amigos

El semblante de Eijiro palideció, conocía perfectamente a su amigo como para saber que no bromeaba.

Cuando la reunión estaba por terminar Katsuki se llevó a Izuku quien ya estaba muy cansado, al llegar a su departamento lo llevo a su habitación para que descansara, mientras él iba a la oficina que tenían ahí donde verificaban algunos casos que se llevaban a casa.

Aprovecho que su esposo dormía plácidamente para revisar todos los extraños regalos que sus amigos y a veces él interceptaban, pues las flores no fueron las ultimas, si no también chocolates de dudosa procedencia, galletas y otras cosas, muchas veces todo pasaba a análisis, pero no había nada sospechoso más que los sutiles mensajes donde le seguía deseando un buen embarazo a término y que su esposo no se enojara con él por los constantes regalos.

Su paciencia estaba llegando a su límite, pero agradecía a todos sus amigos y los de Izuku que estuvieran al pendiente de él y sobre todo que no le dijeran nada para no preocuparlo.

-¿Kacchan? – apareció Izuku en el umbral de la oficina - ¿Esta todo bien?

-Si, amor, solo estaba viendo el caso que me había pedido Yagi – mintió un poco, si se había llevado el caso para estudiarlo, pero no estaba haciendo eso en ese momento

-¿Necesitas ayuda? – pregunto acercándose medio adormilado

Katsuki se puso de pie para ir hasta donde estaba Izuku – Gracias Zuzu, pero estoy bien, solo le estaba dando una revisada, pero ya casi termino, ven – lo tomo de la mano y lo guio hasta el enorme sofá que había en la habitación.

-¿Por qué no descansas aquí y me haces compañía? Si te quedas dormido no te preocupes yo te llevo a la habitación cuando termine

Izuku asintió con una sonrisa y se recostó en el sofá al inicio estaba haciéndole preguntas al cenizo, pero en un momento ya no contesto, supuso que ya se había quedado dormido.

Katsuki estaba pensando en pedir licencia también una vez que Izuku ya no pueda ir a la oficina realmente le preocupaba que algo malo pasara, su intuición no lo dejaba tranquilo.

Incognito (Bakudeku fem¿?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora