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Jungkook salió hecho una furia de ahí, sentía su sangre hirviendo.

Su mente le gritaba que pudo haber hecho mucho más por Taehyung, por él, por su relación, pero realmente era un caso perdido tratar de hacer entrar en razón a Jimin. 

Jimin actuaba como si lo que le dijo se tratase de un homicidio, un crimen al que necesitase esconder. Simplemente se trataba de dos personas que se enamoraron y querían estar juntas ¿por qué todo se iba en contra de ellos? Sus intenciones con Taehyung jamás serían malas, jamás trataría de lastimarlo por simple diversión. 

Se sentía un imbécil por no poder luchar un poco más por él, se sentía culpable porque a la primera adversidad abandonó todo y no insistió más, pero las circunstancias iban mucho más allá de él, tenía cosas a las cuales atender por compromiso, por responsabilidad que él aceptó. 

Pero en parte era su culpa, al menos así lo sentía en esos momentos, por alguna razón Jimin le hizo sentir que lo que estaba haciendo, que amar a Taehyung, era algo incorrecto, indebido.

Tener esa relación con Taehyung se sintió como algo mágico, casi irreal, Taehyung era mucho más que lo que alguna vez él buscó, y ahora sentir que quizá nunca tuvo que haber pasado, nunca tuvo que haberse permitido sentir lo que en estos momentos le carcomía el interior, nunca tuvo que haber puesto sus ojos sobre él. 

Entró al elevador que se encontraba totalmente vació, una vez dentro, las puertas se cerraron frente a él. Tiró su cabeza hacia atrás y recostó su cabeza en la pared, se sentía agobiado, estresado y esa sensación de estar haciendo algo mal lo perseguía, odiaba eso. 

Pero debía irse, no podía esperar mucho tiempo si no perdería el vuelo y ese no era un lujo que podía tomar, miles de cosas pendientes por hacer lo esperaban en Japón, trabajo que debía enmendar y reuniones a las cuales asistir. 

Salió del edificio sin ver atrás, sin pararse un minuto a pensar las cosas dos veces, no había nada que pensar. Justo antes de maldecir porque su taxi no llegaba, lo vio estacionarse frente a él. 

— Buenas, Joven... suba, yo me encargaré de sus maletas. — Con un casto movimiento de cabeza asintió, se subió al auto y se permitió respirar con "tranquilidad", debía tener sus pensamientos en orden... ¿Pero cómo hacerlo a sabiendas de que dejaba a la persona que amaba atrás? ¿Sin algún tipo de explicación o despedida? Cada vez que lo analizaba más, más idiota y culpable se sentía, casi miserable. 

El conductor entró al auto sacándolo de la tormenta que había dentro de su mente, el motor se puso en marcha y en ese momento, no había vuelta atrás. Se iría. 

Vio por la ventana el edificio por última vez antes de salir de la residencia. El cielo nublado se comparaba con sus sentimientos, se sentía deprimido y el clima parecía querer empeorarlo. 


(...) 


—Y la invité a salir, de verdad ya quiero que sea sábado para poder ir a nuestra cita... ¿Entonces dices que la heladería fue una buena opción para una primera cita? — Taehyung suspiró cansado, Minho le repetía una y otra vez cómo fue que le pidió a Hye salir con él a una cita. 

Se notaba que su mejor amigo estaba feliz, y también lo estaba por él, pero el tema empezaba a colmarlo. 

Antes de responderle nuevamente con un "Sí, Minho..." visualizó a lo lejos la cabellera negro brillante de Jungkook, sus ojos se iluminaron de emoción, pero al detallar qué era lo que hacía un vacío indescriptible lo abatió, Jungkook se estaba yendo. 

Lo vio entrar a un taxi en escasos segundos, un señor guardar sus maletas y subirse al auto. Antes de que su cuerpo pudiese reaccionar, vio como el auto se puso en marcha y partió lejos del edificio, saliendo de la residencia... llevándose a Jungkook lejos de él. Nuevamente el destino lo hacía. 

Dulce niño - 너무 달콤해...  - Kookv ♡Where stories live. Discover now