Ónix y Plata

Capítulo 28: El Ónix en Resplandor Parte Veintisiete

Capítulo veintisiete: Recuperación de la oscuridad

"Algunos de los Caballeros no están muy contentos con la decisión que tomaste al liberarlos".

Harry levantó la vista sorprendido cuando Abraxas dobló una esquina del estante de la biblioteca. Luego se encogió de hombros y volvió a mirar su libro de Historia de la Magia. Binns era tan aburrido como siempre, pero eso sólo significaba que se esperaba que los Slytherins estudiaran fuera de clase para mantenerse al día. "No puedo evitarlo. Se acostumbrarán a pensar por sí mismos otra vez".

"¿Por qué tomaste esa decisión?" Preguntó Abraxas en voz baja, sentándose al otro lado de la mesa. "Podrías haber tenido todo lo que querías después de derrotar a Riddle, incluida la devoción aduladora de todos nosotros. Simplemente trátanos bien, y habría sido un contraste lo suficientemente grande con Riddle como para ganarte eso".

Harry negó con la cabeza. "Ya tengo una devoción aduladora por parte de una persona", murmuró, pensando en Orión, y en la forma en que todo eso podría desmoronarse si de alguna manera desapareciera de regreso a su propio tiempo. "No lo necesito de los demás".

"Pero sería útil".

"¿Para hacer qué, Abraxas?"

Abraxas vaciló como si nunca hubiera considerado la pregunta. Luego se inclinó hacia adelante. "Significaría que estás completamente seguro en la sala común de Slytherin y en nuestro dormitorio y ya no tendrás que preocuparte por Riddle".

"No me preocupa por Riddle ahora ", señaló Harry. "Además, todas estas son personas, incluidos tú y Orión, que nunca antes se enfrentaron a Riddle". Mantuvo su voz lo más amable que pudo. "No quiero criticarte, ya que entiendo por qué era difícil enfrentarlo, pero ¿por qué sería más fácil ahora?"

Abraxas frunció el ceño y tamborileó con los dedos sobre la mesa. "Antes, sólo teníamos miedo para motivarnos a mantenernos alejados de Riddle. Ahora, tendríamos la lealtad hacia ti para motivarnos a enfrentarlo".

"Y eso podría hacerte daño. Prefiero proteger a las personas a las que no les agrado o esperar a que me convierta en un señor cuando nunca lo haré, que nadie salga lastimado en mi nombre".

"Pero eso es..." Abraxas parecía perdido. "Una de las cosas que hacen los señores es que sus seguidores los defienden".

"Si quieres estar a mi lado para enfrentar a Riddle oa alguien más, siéntete libre", dijo Harry, y agitó la mano. "Pero no se lo exigiré a nadie, ni te obligaré con el tipo de juramentos que sonó como si Riddle exigiera a los Caballeros de Walpurgis".

"Los estrictos". Abraxas pareció un poco verde por un segundo. Luego sacudió la cabeza. "A Avery y Lestrange no les va a gustar esto. Tampoco a algunos de los estudiantes de quinto año que esperaban ser reclutados en el círculo de Riddle".

Harry se encogió de hombros. "Pueden venir y quejarse conmigo si están tan molestos por eso. No es que les vaya a servir de mucho, claro".

"Realmente no te importa el poder".

Abraxas sonaba como si estuviera hablando un idioma extranjero y esperando que Harry le dijera que su acento era correcto. Harry irritante. "No, realmente no lo sé. El Sombrero me puso en Slytherin por otras razones."

"Tampoco estoy seguro de que tu estrategia sea astuta."

Abraxas hablaba con voz lenta y suave, con una mano debajo de la mesa como si descansara sobre su varita. Harry simplemente se encogió de hombros una vez más. "Tampoco voy a atacarte por decir cosas así. Y puedes regresar y decirles que yo lo dije". Miró hacia abajo e hizo una mueca al ver una larga lista de fechas de rebeliones de duendes que presumiblemente tendría que memorizar.