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misaki se encontraba en la casa de su padre tomando un poco de té, él era una de las únicas personas que sabía que el héroe número dos era su pareja...y claro, también sabía los malos momentos que su relación pasaba.
─Si te hace daño deberías terminar con él ─Sugiere su padre.
─Papá...no puedo dejarlo, yo lo amo...─Mira su taza.─Se que vamos a superar esto juntos...
─¿Y tú estás segura que él te ama?
─Por supuesto que me ama, solo...es un mal momento el que estamos pasando eso es todo
Una vez que la chica terminó de hablar con su padre volvió a su hogar, donde estaba su pareja, la chica se sentó a su lado y empezó a decirle al chico sobre como sería su boda soñada...cosa que frustró a Keigo, iniciando una pelea.
El sonido de voces elevadas llenaba la habitación mientras Keigo y Misaki estaban diciéndose sus verdaderas sin filtro alguno.
─¡No puedo creer que estés siendo tan terco al respecto, Keigo! ─ exclamó Misaki, con frustración evidente en la voz.
Keigo frunció el ceño, sintiendo el peso de la discusión sobre sus hombros.
─Misaki, no puedes simplemente exigir que hagamos pública nuestra relación y nos casemos solo porque tú lo quieres
Misaki se cruzó de brazos, claramente molesta.
─¿Y qué hay de lo que quiero yo, Keigo? ¿O solo importan tus deseos?
─Por supuesto que me importa lo que tú quieres, Misaki─ respondió Keigo, tratando de mantener la calma. ─Pero casarse y hacer pública nuestra relación son grandes pasos, y no puedo simplemente tomarlos a la ligera
Misaki suspiró, sintiendo la frustración mezclada con tristeza.
─Lo entiendo, Keigo, pero llevamos mucho tiempo juntos y siento que es el momento adecuado para dar estos pasos. ¿Por qué no puedes verlo de la misma manera?
─Lo siento, Misaki─ dijo finalmente, con pesar en su voz. ─No estoy listo para eso
Misaki se mordió el labio inferior, luchando contra las lágrimas que amenazaban con escapar.
─Entiendo─ respondió con voz temblorosa. ─Creo que necesito un tiempo para pensar en las cosas
Con eso, Misaki se dio la vuelta y salió de la habitación, dejando a Keigo solo con sus pensamientos. Mientras reflexionaba sobre la discusión, Keigo se dio cuenta de que tal vez había cometido un error al no considerar los sentimientos de Misaki más seriamente.
Misaki caminaba por las calles de la ciudad, sintiendo el peso de la discusión que tuvo con Keigo. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas mientras se dirigía hacia la casa de su padre. Necesitaba desahogarse con alguien en quien confiara y su padre era su refugio en estos momentos.
Al llegar a la casa, su padre la recibió con los brazos abiertos, notando de inmediato su angustia.
─¿Qué sucede, hija?─preguntó su padre con preocupación mientras la abrazaba.
Misaki contó todo sobre la pelea con Keigo, expresando su frustración y tristeza. Su padre la escuchó con atención, ofreciéndole consuelo y palabras de aliento.
─Lo siento, papá─sollozó Misaki─no sé qué hacer...no quiero dejarlo porque lo amo, pero esto es agotador...
Su padre la abrazó con más fuerza, asegurándole que todo estaría bien y que él estaría ahí para apoyarla en todo momento.
Esa noche Keigo salió a beber un poco luego de su trabajo, quería desahogarse de todo y de la pelea con su novia, luego de tanto tomar una mujer se acercó a él...pero no una cualquiera, sino una prostituta del lugar, la cual le ofreció relajación a cambio de algunos billetes...Keigo con su poca conciencia se dejó llevar por el momento de euforia.
Ambos se dirigieron hacia un hotel cercano de dicho bar, pero Keigo no noto que cerca de allí también habían algunos periodistas que trabajaban para ver a los héroes en acción durante las noches, y claro, lo reconocieron, sacando fotos y subiéndolas rápidamente como noticias de último momento...diciendo que el héroe número dos tenía novia o quizás una simple aventura de una noche.
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