Capítulo 1

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Jaekyung había tenido que exigirles a todos los del gimnasio que de largaran del hospital, estaban llamando la atención e incomodaban a otras personas que los veían ir de allá para acá mientras se mordisqueaban las uñas.

La abuela rezaba un rosario y se aferraba a las cuentas que pasaba de una a en una, en ratos murmuraba bajito y no se daba cuenta que le estaba poniendo los nervios de punta.

Él estaba más nervioso que nadie; la persona que estaba ahí dentro era Kim Dan, su antes pareja sexual, pero ahora compañero.

Estaba bastante seguro de que nunca querría volver a escuchar las palabras transfusión, desfibrilación o paro. Si volvía a oír eso algún día en serio iba a estrangular a alguien.

Cuando ese doctor salió y gritó que todo estaba en orden, los chicos lo habían abrazado fuerte, tan fuerte que le hicieron sentir como un debilucho y todos los huesos del cuerpo le tronaron de una.

Luego de la noticia y de una súbita calma, les pidió a todos que se fueran, les prometió que al día siguiente tendría mucha más paciencia para verlos y que les daría oportunidad de conocer a su hijo.

La abuela le había dado un abrazo de esos que se sentían cálidos y reconfortantes.

—Vamos a trasladarlo a una habitación. Pueden pasar a ver al niño en la zona de los cuneros, está bien y ha dado el puntaje normativo en la prueba de Apgar— Jaekyung frunció el ceño sin saber qué rayos era eso—. Dan debería estar consciente en una o dos horas, no tienen nada de qué preocuparse, el peligro ya pasó.

—Muchas gracias doctor— la abuela casi se arrodilla ante ese hombre.

Preguntaron con las recepcionistas dónde quedaban los cuneros y la abuela se apoyó de su brazo para caminar más rápido.

Ahí empezó a sentir el peso de lo nuevo y lo desconocido. No se le daban bien los cambios porque los cambios siempre traían consigo una pérdida del control y a él le gustaba controlar todo.

Y no, no era que no le emocionara la idea de conocer a su hijo, sino que en ese preciso momento lo que más deseaba era ver a Kim Dan. Quería cerciorarse con propios ojos de que estaba vivo y de que nada le dolía.

Kim Dan, su omega. El omega que un día apareció en el gimnasio y lo hizo desear su cuerpo, ese omega que todo el tiempo apartaba la mirada y temblaba mientras lo tocaba.

Nunca terminaría de entender cómo es que acabó así de obsesionado por alguien que hasta en ese entonces encontraba insignificante. ¿Cómo llegó a desearlo tanto? ¿Cuándo es que se volvió adicto a coger con él?

Y es que la mejor visión era ver el semen que le escurría del agujero cuando terminaban de hacerlo.

Siempre cogían a pelo porque le encantaba la sensación, varios meses después de su acuerdo, se aseguraron de llevar un calendario conjunto y nunca lo hacían cuando estaban en celo, ni siquiera se reunían en esas épocas, además estaban utilizando los inhibidores más vendidos de la historia, esos que venían de la farmacéutica más importante de todo el país.

¿Qué falló entonces?

Nadie sabía. Lo único verdadero era la prueba de embarazo que repitieron varias veces y no dejó dudas de que se convertirían en padres.

Masculló con los recuerdos de esas imágenes mentales y se dio cuenta que estaba divagando, estaba a punto de conocer a su hijo.

Unas persianas blancas se abrieron como en cámara lenta. Una enfermera acercó la pequeña cunita hasta el cristal.

Jaekyung se fijó primero en la etiqueta.

Kim Dan

02:11 am

Ahora que somos 3 (Jinx)Where stories live. Discover now