LLAMAS NEGRAS (2° Parte SAGA LABIOS NEGROS)

Capítulo 13. JASPER

Hoy he quedado con Beverly porque no trabaja hasta el turno de noche y nosotros hemos tenido solo dos clases de mañana. Hemos venido directamente a la oficina porque este lío del sistema de seguridad esta resultando más enrevesado de lo que supusimos en un principio. Estamos un tanto consternados de que en cinco años, el experto idiota, como lo llama el Demonio, se le hayan pasado por alto tantas cosas. Miro la hora y suspiro. Voy a tener que llamarla y decirle que mejor lo dejamos o voy a verla después de que salga. Esto es una mierda. Liam me mira de reojo y sonríe. Imbécil.

-Venga vete- me dice- Me estás poniendo de los nervios y ni te concentras.

-No, no importa. Ya le escribo- bufo fastidiado.

-En serio, lárgate de una vez. La Psicópata me ha dicho que llegará un poco más tarde por las clases de idiomas.

-¿De verdad no te importa?- lo miro esperanzado.

-Que no, te lo he dicho- me da media sonrisa- Se te ve muy contento, pero ten cuidado, ¿vale?

-Que sí- sé que sigue sospechando de Beverly- Te aseguro que no es la que tú conociste.

Se encoge de hombros y decido irme antes de que se arrepienta. Cuando la veo, esperando en el parque, sentada en un banco nerviosa, la observo un momento. Ella se gira y me da esa sonrisa dulce y siento que se me acelera el corazón. Es igual que cuando empezamos a salir en el instituto. No, miento, es infinitamente mejor. Porque ella ahora se muestra tal y como es en realidad delante de todos y me gusta. Se pone de pie y se acerca roja hacia a mi mientras la estudio divertido. Me abraza y noto como aspira mi olor. Le levanto la cara y la beso.

-¿Por qué estás tan colorada?- le pregunto sonriendo. Hacia años que no la veía así.

-Es que cada vez que te veo, me siento tan feliz. De que me hayas perdonado, de estar así contigo. Sabiendo lo rencoroso que eres, no creí que fuese posible. Es un sueño hecho realidad para mi- vuelvo a besarla.

-Con esos dos, me he dado cuenta, que eso de el rencor a veces, solo a veces, si piensas que puede merecer la pena, no tiene sentido- me estudia y noto que está a punto de llorar- ¿Qué pasa? ¿He dicho algo que te moleste?

-No, al contrario- suspira- Piensas que merezco la pena a pesar de como me porté y ni te imaginas como me alegra oírte decir eso.

-Venga tonta- la rodeo con el brazo- Te invito a comer.

Salimos del restaurante y vamos dando un paseo. Estamos hablando y riéndonos cogidos de la mano. Le digo algo que parece que le gusta y se pone de puntillas y me besa. Entonces pasa. Cuando nos giramos, ahí de pie, con mirada asesina está Kiara. El Demonio está con la respiración agitada, fulminándonos y hasta me llegan las vibraciones de su ira. Pero sobre todo de su profundo dolor. Creo que va a acercase a partirme la cara, cosa que sé que puede hacer con mucha facilidad. Beverly la mira horrorizada. En cambio, y para mi absoluta sorpresa, se da la vuelta y se echa a correr. Joder. No sé si prefería que me pegase una paliza.

-Lo siento- le digo a Beverly- Tengo que hablar con ella. No te enfades por favor. Voy a ver como consigo arreglar esto con esa loca.

-Tranquilo, ve. Lo entiendo y más después de lo que le hice. Corre- me contesta y la observo un segundo sin creerme que hable en serio, pero asiente segura y me suelta la mano.

Salgo disparado detrás de Kiara. La veo justo cuando dobla la esquina y sé a donde va. Piensa esconderse en su casa para no tener ni que verme, seguramente en lo que le quede de vida y me temo que ha sentarse para planear alguna venganza. No porque crea que vaya a hacerla, simplemente, para relajarse. Aunque para ser sincero contra mí no, lo de Beverly no estoy tan seguro. Subo directamente a su piso y llego a tiempo antes de que cierre la puerta. Quiere pegarme un portazo en la cara, pero pongo el pie y no la dejo.