LLAMAS NEGRAS (2° Parte SAGA LABIOS NEGROS)

Capítulo 19. LIAM

La película no resulta tan sangrienta como necesito. Pero la Psicópata no para de reírse como si todo hubiese quedado solucionado y Jasper bufa continuamente con tanta masacre. Cuando termina, Kiara me pregunta si voy a subir.

-Sí, ahora voy- le digo- Dame un momento.

-Hasta mañana Entrometido- y se va feliz después de darle un beso.

En canto sale, me enciendo un cigarro porque toda esta mierda me está superando y tengo que calmarme. Jasper me mira. Sé que quiere decirme algo, pero no se atreve.

-Suéltalo ya.

-¿De verdad no se ha dado cuenta?- está salgo perplejo.

-Ni un poco joder, te lo aseguro- suspiro- Te lo dije, tiene, por decirlo suavemente, una autoestima muy baja. ¿No te acuerdas cuando sale siempre con nosotros tan increíblemente sexy y nunca ni se entera de que la gente la mira como lo hace? ¿Y lo de los pijamitas que cree que no desquician a nadie? Esto es una mierda. Y me temo, por como nos miró ese capullo hoy, que planea darlo todo para conseguir que ella se enamore de él otra vez. Y el otro imbécil lo va a ayudar, porque claramente desde que se sentó con nosotros, todo lo que soltó fue para putear. Y la amiguita no sé, ya veremos ¿Tú no notaste nada raro en ese tío?

-¿Raro?- me pregunta sin entender y asiento- Lo único que yo vi es que es el prototipo ideal del Demonio. Guapo hasta decir basta, carismático y egocéntrico de cojones y que lo odias desde que lo viste porque lo sabes y más después de todo lo que has descubierto.

-Puede que tengas razón. Me pareció sentir algo extraño en él pero puede que fuese eso.

-Pero hay algo que se me escapa- noto su confusión.

-¿El qué?

-¿Por qué no nos habló de él?- frunzo el ceño- Cuando estaba atrapada y creía que no los vería más puede entenderse aunque es raro. Solo dijo que tenía tres amigos y lo de ese que le gustaba aunque ni los relacionó. Era como si hablase de personas diferentes. Pero ahora, lleva dos meses viéndolo y ni palabra.

-Joder, es verdad- este rollo no me gusta- Si te soy sincero no entiendo nada.

-¿Y qué vas a hacer?- entrecierra los ojos.

-¿Qué coño quieres que haga? ¿Prohibirle que los vea?- bufo- Sabes que jamás haría algo así, no soy su dueño. Puede hacer lo que le de la gana. Además, ella no tiene la culpa y parece que son sus únicos amigos aquí. Pero detesto a ese tío y no voy a dejar que se salga con la suya. De todas formas parece que la loca tiene claro lo que siente, con eso me basta.

-Ya, supongo que tienes razón- me contesta no muy convencido.

Subo para ir a dormir con esta chica que me desquicia de formas inimaginables. Lo que más me molesta, es que ni se plantea que sea posible. Por eso le resultó tan fácil convencerse de que yo no la quería. Me abre la puerta con unas llaves en alto. La miro sin entender mientras se ríe.

-Son para ti- me dice contenta- Para que vengas cuando quieras. De hecho, si fuera por mi, preferiría que te mudaras conmigo. Puedo darle otras a Jasper también.

-Jasper que se joda- le abrazo y siento dentro el terror y la desesperación de poder perderla. Otra vez- Psicópata, me vuelves completamente loco, ¿lo sabes?

-Venga, entra de una vez que te echo de menos- me dice haciendo un puchero, algo que no entiendo todavía por qué, pero me pone a mil.

Me coge de la mano y subimos la escalera hasta la habitación. Me tira sobre la cama riéndose. Joder, es que ni siquiera me puedo enfadar con ella. Se quita la camisetita que me lanza a la cara. Se sube encima de mi quitándome la mía y empieza a acariciarme el pecho con sus manos frías. Se agacha sobre mi mientras empieza a lamerme y besarme el cuello. Va bajando poco a poco. De repente parece dudar y la miro confuso. Se decide. Me pellizca los pezones como le hago yo a ella y siento un escalofrío que me recorre el cuerpo como si fuese electricidad. ¿Qué coño ha sido eso?