Capítulo 2: ¿No es tu novio?

17 3 0
                                    

- ¿Qué haces? - Apolo susurra asustado, mientras veía a Marcos sacar su teléfono en pleno examen.

- ¡Kostas! Esta no es una evaluación grupal. Vuelve a hablar una vez más y le quitaré el examen. - la profesora de derecho lo miró demasiado enojada. - Si no se comporta lo sacaré afuera.

- Lo siento. - Apolo intentó concentrarse en su examen e ignorar a Marcos, quien copiaba descaradamente y de manera muy obvia de su teléfono.

Unos minutos después, cuando una compañera se levantó a resolver unas dudas, Marcos arrojó una goma hacia él y le hizo algunas señas extrañas.

- La tres es derecho público. - Susurró. Apolo fingió no escucharlo. No le gustaba hacer trampa, y mucho menos en un exámen. Si desaprobaba, era simplemente por que sus conocimientos no era suficiente y lo haría mejor en el recuperatorio.

- ¿Cuál te falta? - en otro descuido de la profesora, Marcos acercó todo su rostro a su prueba. En un momento intentó quitársela, pero Apolo no se lo permitió, se corrió para el costado y lo empujó. Marcos nuevamente intentó quitarle la prueba. Ambos empezaron a un forcejeo por la misma.

- ¡Para, me harás echar! - Apolo al darse cuenta de que acababa de gritar aquello tapó rápidamente su boca.

- ¡Kostas! ¡Salte! Y dame esa prueba, vas directo al recuperatorio, - todo el curso se volvió a mirarlo de manera sorpresiva. Incluso algunos soltaron un largo suspiro y otros intentaban aguantar la risa. Apolo sintió su cara enrojecerse y sus ojos llenos de lágrimas. Trató de que algunas palabras salieran de su boca, pero no resultó nada.

- ¡Vamos Kostas, afuera!

- Yo n-no estaba haciendo n-nada... - Las palabras le salieron entrecortadas.

- No le estoy preguntando eso, ¡sálgase!

Apolo caminó lentamente hacia afuera. Se sentía bastante mal, pero rápidamente su tristeza se convirtió en enojo. Era un gran sentimiento de impotencia. Llegó hasta la tienda y compró algunos caramelos.

- ¿A quién quieres matar? - La tierna señora del kiosco preguntó de manera sarcástica y burlona, viendo cómo él mordisqueaba con rabia un caramelo duro de menta. Tranquilamente le alcanzó su vuelto.

- A Marcos Bianchi, - Apolo respondió sin pensarlo. Estaba muy molesto, no era la primera vez que Marcos hacía algo así. Le había dejado muy claro muchas veces que no estaba interesado en hacer trampa. La señora dejó salir una larga carcajada.

- Qué pudo haber hecho ese lindo muchacho, si es todo un ángel. Simplemente date un respiro el amor todo lo puede.

- Pues ahora ya no tengo nada de amor para él. - La señora le dio una mirada de sorpresa y tristeza.

- ¿Terminaron su relación?

- ¿Qué? - Apolo había quedado bastante consternado con esa pregunta.

- ¿No es tu novio? - Esa pregunta lo descolocó aún más. ¿Por qué la señora Harris, una mujer de casi setenta años, le preguntaba eso, y de esa manera tan directa?

- ¿Qué?... ¿Qué dice? - Apolo se exaltó, ella pareció verse apenada por su pregunta.

- Lo siento, no quería ofenderte, pero es lo que todos dicen. - Su rostro cambió a uno confusión. - Siempre oigo esos comentarios, y cuando viene Marcos, siempre les pregunto por su relación, él siempre dice que va perfecta, nunca me ha dicho que no son novios.

- Solo somos amigos. - Apolo se calmó y decidió responder tranquilamente.

La situación se sintió bastante incómoda, Apolo caminó hacia su curso y espero fuera hasta el toque de timbre. Entro y todos los del curso lo miraron, mientras comentaban cosas sobre él por lo bajo. Cuando se sentó en su lugar, lo hizo de manera fuerte, dando un pequeño golpe, lo que hizo que todo se callara. Todos sus compañeros eran unos imbéciles, excepto sus amigos.

- Lo siento mucho. - Marcos parecía cachorrito triste, y Apolo lo perdonó.

AMIGOS (Gay)Where stories live. Discover now