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UNIVERSO OMEGAVERSE

 Recibió la única orden de Alastor antes de que este se ocultara entre las sábanas. 

"Vigila a mis hijos mientras arreglo este problema, si alguno de ellos termina lastimado no dudare en matarte"

No entendía completamente lo que estaba sucediendo, pero sabía que no sería de mucha ayuda en esa situación, al menos no de la manera habitual. El sentido maternal de Alastor era extraordinario, parecía que sufría pero aun así tuvo la suficiente fuerza como para darle una lista de órdenes. Tan obstinado como siempre.

Alastor parecía estar completamente en un trance, no respondía de la forma correcta, no podía moverse, ni tampoco podía completar sus oraciones. Sus orejas de igual forma indicaron que estaba sufriendo, su constante movimiento hacia eso evidente. Realmente parecía doloroso.

Decidió que lo mejor era seguir las órdenes que se le dio, cuidar de los niños.

Sí, Lucifer era consciente de que había actuado como un completo idiota durante esos meses. No había sido de gran ayuda, más bien había ocasionado más problemas de los que había resuelto, y su constante pelea verbal con Alastor no había hecho más que empeorar las cosas. Pero, ¿cómo podían culparlo? Venía de un mundo donde el demonio de la radio era un completo hijo de puta, siempre molestando y metiéndose en su vida.

Era inevitable, cada vez que miraba al rostro de su contraparte, no podía evitar que la sonrisa maliciosa del otro Alastor se le viniera a la mente. Aquel maldito que había intentado arrebatarle a su hija, que había sembrado el caos y la desconfianza en el hotel que construyó. Se había desquitado de alguna forma u otra todas las que le había hecho el Alastor de su mundo.

¡Y estaba mal! Lo había admitido. El tiempo que estuvo conversando con Rosie, había logrado entender algunas cosas, incluidos los problemas que estaba causando su presencia en ese mundo.

No sabía cuando iba a volver a su mundo, estaba preocupado por su hija, por los demás residentes del hotel, de hecho hasta podría decir que estaba preocupado por Alastor. Estaban solos, no podía defenderlos. Si algo igual al incidente de Adán sucedía no podrían defenderse. Sin embargo, hasta ahora había algo que no había considerado, ellos tenían al otro Lucifer. Alguien igual de fuerte que seguramente amaría tanto a Charlie como para defenderla. Aunque no sabía cómo iba a reaccionar cuando se entere de cómo era su relación con el Alastor de su mundo.

El punto es que ahora ellos tenían al otro Lucifer, no estaban solos, mientras que la familia del otro Lucifer solo lo tenían a él. Sabía que Alastor era capaz de defenderse, pero no era lo suficientemente poderoso como para encargarse de todo.

Había un demonio controlando el infierno solo y, al mismo tiempo, cuidando de tres niños. Cuando Rosie lo regañó por su comportamiento, empezó a sentirse culpable. Había querido influir en la vida de Charlie, y tal vez no pensó en las consecuencias de todo lo que había hecho. Esa culpa se hizo aún más evidente cuando Charlie le contó lo que pasó con Adán. Le había dicho que tenía que ser más fuerte, pero no se refería a eso. Definitivamente no se refería a que fuera sola a enfrentarse a un psicópata en potencia.

La había jodido. Si Alastor se enteraba de la verdad lo mataría.

Lucifer podía estar seguro de que había cometido un error muy profundo. Quiso aprovecharse un poco, demostrarle a Alastor lo que era ser un "buen" padre y no uno como él, y había resultado mal.

"Ella no es tu hija, tienes a tu propia hija esperandote, comprendo tus buenas intenciones, pero nuestra Charlie vivió toda su vida con cierta perspectiva diferente. No te digo que te hagas de lado, solo intenta ayudarla siguiendo el ritmo que antes tenía."

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⏰ Última actualización: May 11 ⏰

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