5 - Condena

38 1 0
                                    

Estaban enfermos. Todos estaban enfermos. Los niños, que caminaban por las carreteras con los ojos levantados de asombro ante las mentiras jocosas que les contaba la sociedad. Los padres, que permitían las mentiras, propagando aún más la enfermedad de sus labios sin ningún cuidado por el contagio, sin ningún respeto por los no infectados.

"Y en la última encuesta de popularidad, All Might sigue siendo el Número Uno".

Enfermo. Le picaba. Se apartó de los carteles, de la multitud en movimiento. Le abrieron paso, separándose mientras caminaba. Era irónico. Los enfermos evitando a los no infectados. Le importaba poco. El tiempo jugaba a su favor. Esperaría su momento, porque Aquel que Gobernaba seguía presente. El Rey del Inframundo. Tal vez, el más enfermo de todos ellos. Un hombre que poseía en su poder la vacuna para curar la enfermedad que era la sociedad de los héroes, pero que decidió ocultársela al mundo por diversión o apatía.

Poco importaba. El tiempo del Rey pronto llegaría a su fin. No era partidario del regicidio, pero no lo rehuiría si fuera absolutamente necesario. Los que habían hecho de la oscuridad un paraíso eran mucho más fuertes que los que intentaban gobernar la luz. La luz lo sabía. Estaban aterrorizados. De ahí que lucharan, como frenéticas abejas zumbando en la confusión de su colmena destruida, para asegurarse de que los de la oscuridad nunca se unieran como uno solo.

Las puertas del supermercado se abrieron y la dependienta, como siempre, bajó la cabeza en señal de reverencia. Había comprensión y había respeto. El conocimiento de las viejas costumbres del mundo antes de que la enfermedad llamada rareza viniera a trastornar el orden adecuado.

Su teléfono zumbó. No necesitaba cogerlo. No cuando ya estaba dentro de él. Formaba parte de él.

"Habla".

"Habla tu agente favorito". Dijo la voz del otro lado. "¿Cómo le va al jefe de la Yakuza más temido de Japón?"

"No tengo tiempo para tus bromas Giran".

"Siempre tan serio", suspiró el agente. "Y pensar que la gente decía que te habías suavizado tras adoptar una hija. ¿Cómo le va a la pequeña Eri-chan? He oído que está loca por ti".

Él no reaccionó. No había motivo para tal reacción. "¿Y dónde has oído eso?"

"Tut. Tut. Vamos, Chisaki. Ya sabes cómo va esto".

"No me pongas a prueba".

"¡Ooh! ¿Vas a enviar a Nemoto a por mí para que me desahogue?", se rió el corredor. "Sabes, tu hombre se ha labrado una gran reputación. ¿Sabes cómo le llaman?"

"Me da igual".

"Azrael", dijo el corredor. "Significa el Ángel de la Muerte. Curioso, teniendo en cuenta que Nemoto ni siquiera mata a sus víctimas, sólo les hace soltar sus secretos. Aunque supongo que para los tipos del gobierno y de las empresas, tan reservados y cautelosos, soltar las tripas es casi una garantía de muerte".

"¿Qué quieres Giran?"

"Bueno, tal y como están las cosas... algunos cabrones me están pisando los talones. Es hora de cambiar las cosas. Tener una mirada diferente".

Eso era una novedad. "¿Los Pro-Héroes se te están acercando?".

La sonora carcajada de Giran casi le irritó. "¡Ja! Como si tal cosa. Los héroes son tan inconscientes como siempre. Demasiado santurrones para realizar alguna vez las acciones necesarias para ponerse en contacto conmigo. No, hablo de otro grupo. Un grupo más... problemático. Deberías haber oído hablar de ellos. Su líder es el hijo de Destro, se hace llamar Re-Destro".

"Otro grupo de enfermos. Los conozco. El Ejército de Liberación Meta".

"Como era de esperar del Jefe Yakuza más joven de Japón. Siempre a la última con posibles contendientes".

Boku No Hero Academy - Una nota precisa ✔️Where stories live. Discover now