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Sen, descendió de la azotea con movimientos tan ágiles como los de un gato, igual que hacía en el dormitorio, y se plantó ante mí con el rostro inexpresivo.

Intercambiamos miradas, cada uno preguntándose por qué estaba aquí el otro.

Yo fui el primero en romper el silencio.

"¿Qué haces aquí?

"Vine después de escuchar que los Tudogs estaban en Bethel".

"¿Hmm?"

Aunque había un aspecto extraño en su presencia, asentí con la cabeza en señal de comprensión. Entonces, ella me preguntó a su vez.

"¿Y qué hay de ti? ¿Qué haces aquí?"

"Volvía de visitar Yggdrasil. Pensaba irme hoy, pero me ha resultado imposible".

"¿Imposible, dices?"

Su curiosidad inexpresiva la hacía parecer una muñeca rota, pero preferí no hacer comentarios y seguí adelante.

"Parece que he cogido la cola de esos bastardos Tudog".

"El guardia que agarraste antes por el cuello, ¿fue por esto?".

"Sí, parece que el hotel que esa persona nos recomendó es propiedad de los afiliados a los Tudog".

"Iré contigo."

Como era de esperar, al enterarse de que había tropezado con una pista relacionada con los Tudogs, inmediatamente se ofreció a unirse.

El ambiente cambió cuando Sen y yo regresamos al hotel.

Hayun y Rin saludaron a Sen con una mezcla de sorpresa y cumplidos formales, como sorprendidas por la coincidencia.

"¿Por qué están así?"

Los ladrones del hotel se quedaron con la mirada perdida en el espacio, sin responder incluso cuando agité la mano delante de sus caras, con la mirada fija únicamente en el techo.

"Responde bien".

Rin se acercó a la anciana con una sonrisa y le preguntó: "¿Cuál es su identidad?".

"Johannes, 61 años. Un proveedor de cadáveres para los Tudogs, implantado con el poder de una Araña Demonio".

"Mira esto"

"......"

Me recordó al ejército de la muerte de mi vida pasada, pero nadie murió. Parecía que Rin había promulgado algún tipo de influencia mágica.

"Se ha vuelto más fácil, ¿verdad?"

Si Rin podía dominar el poder del ejército de la muerte como si fuera suyo, era un avance positivo. Parecía que había estado en un estado de desenfreno en ese momento.

Ser capaz de controlarlo significaba que también era controlable.

Reunir información se había vuelto más fácil, así que no había mucho problema.

"¿Extraemos todo lo que podamos?"

Acerqué una silla frente a ellos y Rin trajo una taza de té, con Sen y Hayun a mi lado.

"¿Quién es el más alto de los Tudogs?"

"No lo sé".

La respuesta fue unánime.

No esperaba que los meros proveedores de cadáveres supieran mucho.

"¿Cuál es el objetivo de los Tudogs?"

Sen intervino con esta pregunta, pero de nuevo, alegaron ignorancia.

Otras preguntas sobre su base, su número y su presencia en otras ciudades obtuvieron la misma respuesta: no sabían nada.

El Harem De Mi Amigo Está Obsesionado ConmigoWhere stories live. Discover now