El Harem De Mi Amigo Está Obsesionado Conmigo

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"¿Quieres dejar de seguirme?"

"Ah, de ninguna manera."

¿Cómo era capaz de gritar con tanta seguridad justo ahora?

Lucía persiguió la espalda de May con la mirada y refunfuñó para sus adentros que era una estúpida, pero no dejó de seguir a la chica de pelo corto.

Lucía creía que reformar a los delincuentes de la Academia Aios era la misión que Helios le había encomendado ahora mismo, pero una vez que se calmó, estuvo dudando de las palabras de Dios después de sólo 10 minutos.

Pensó que tal vez se había entusiasmado demasiado y se había pasado de la raya.

No, más que eso, ¿era realmente correcto que Helios la hubiera llamado para reformar a esta gente?

Dicen que hay que escuchar atentamente las palabras de Dios y seguir su voluntad, pero a la hora de la verdad ni siquiera dicen bien una sola palabra, lo cual es irónico.

Si miras a los religiosos de otra manera, eran personas que tenían que leer el ambiente.

Porque tenían que captar las intenciones de los que no decían nada, utilizando sólo su propio juicio e intuición.

"Vamos a golpearla un par de veces y nos vamos."

"Es bastante guapa, ¿deberíamos seducirla?"

"He estado pensando lo mismo. Parece inocente, perfecta para jugar".

"Lo digo en serio. Su aspecto es justo mi tipo. Aunque su pecho es un poco pequeño".

Al oír los comentarios lascivos de los estudiantes masculinos a su lado, May apretó los puños y los miró con odio.

"Eh, ¿qué acabáis de decir?".

Con estos chicos he sido indulgente últimamente, y ahora vuelven sus viejos hábitos.

Quiso volver a disciplinarlos para hacerles saber que las cosas eran diferentes a antes, pero uno de los alumnos varones, Berman, la detuvo.

"Hablaré con los chicos como es debido, así que no te enfades por nada".

Berman solía ser famoso por ser bueno peleando en la clase D, por lo que lideraba una pandilla, pero ahora era tan atento y leal como su mano derecha.

"Sí, dales una advertencia".

Como podía confiar en Berman, May suspiró y sacó un caramelo de su bolsillo.

May estaba aprendiendo a una edad mucho más temprana que los demás lo difícil que era estar por encima de la gente.

"Definitivamente le gustas".

"Ya te lo he dicho, he oído a los chicos hablar entre ellos. Berman no está mal, ¿verdad?".

Las chicas que estaban a su lado se acercaron para levantar el ánimo de May y entablaron diversas conversaciones.

Naturalmente, salió el tema de Berman, pero May se sintió un poco incómoda.

"¿Estás pensando en él otra vez? Dejémoslo esta vez".

"Cierto, Daniel sinceramente da un poco de miedo".

"Y los rumores sobre él últimamente son una completa basura. Se lleva a todas las chicas a su habitación, ugh, me da escalofríos".

"¿Por qué les gusta a Rin y Elise? Realmente no lo entiendo en absoluto".

"......"

Cuando las oyó maldecir a Daniel, May sintió una oleada momentánea de ira, pero en realidad no podía decir nada.