Rey De Reyes - Volumen 2

Capitulo 8

-Si usaramos el motor, con una versión pequeña de las hélices de las turbinas eólicas y con una estructura similar a las alas de un ave, ¡Creo que podríamos hacer que esta máquina voladora funcione! -Exclamó Isaac.

-¡Muchacho de que tonterías hablas! -André frunció el ceño.

-Sé que es una locura pero-.

-No funcionará. -Interrumpió Arthur mientras miraba los planos

-¿Eh? -Isaac lo miró.

Arthur le mostró los planos.

-Primero, esto no es una máquina voladora, es un planeador. A lo mucho lograrás desplazarte 40 metros en 15 segundos antes de volver a tocar tierra lo que... Actualmente no es muy útil que digamos. -Dijo Arthur-. Segundo, la estructura como la propones aquí no podría soportar el peso de este motor y el de una persona juntos, lo que reduce la distancia posible, si es que despega, a la mitad.

Arthur le devolvió los planos.

-Tercero, aún si lograse soportar ese peso, es posible que la estructura se desarme antes o después de despegar, lo que podría ser peligroso.

Isaak bajó un poco la cabeza con decepción.

-Es increible, este hombre lleva apenas meses trabajando oficialmente con nosotros y ya se le ocurrió por si mismo algo que revolucionó a mi mundo. -Pensó Arthur sonriendo por dentro.

-Entiendo, majestad. -Isaak suspiró tristemente.

-Oye, nunca dije que fuera una mala idea, solo necesita pulirse un poco. -Mencionó Arthur.

Isaak lo miró con asombro.

-Te diré qué... Terminemos primero el proyecto del tren, después podemos sentarnos y hablar más al respecto.

-¿De verdad? -Preguntó Isaak-. ¿Usted cree que es posible.

-¿Quien sabe? Habrá que aplicar un poco más de... Ciencia. -Sonrió misteriosamente.

Arthur miró a André.

-Necesitaremos una máquina para transportar las vías tren. Te entregaré los planos más tarde, de momento céntrate en las vías.

André asintió con la cabeza.

-Será sencillo, muchacho. Estoy ansioso por ver que clase de máquina se te ocurre.

-Y tú Isaak. Te necesito firmemente ayudando a André, cuánto más rápido se haga esto, más pronto nos podremos sentar a charlar.

-Si, majestad. -Isaak asintió animado.

Arthur abandono la fábrica con Alejandra, dentro del carruaje, está lo miró con curiosidad.

-¿De verdad es posible? -Preguntó-. Me refiero a volar.

Arthur sonrió un poco.

-El ser humano no puede volar por si mismo. -Respondió-. Pero tampoco podemos nadar grandes distancias sin agotarnos y aún así logramos inventar los barcos, ¿Verdad?

-Eso es fácil porque es en la superficie donde se puede respirar. ¿Pero que hay desplazarse o respirar debajo del agua como un pez? Ahí es otra historia. -Alejandra frunció un poco el ceño.

Arthur le mostró una gran sonrisa, Alejandra lo miró con sorpresa.

-¿E-Es en serio?

-¿Quien sabe? Quizás algún día se me ocurra algo y lo consiga. -Respondió.

Si Alejandra tan solo supiera sobre la existencia de submarinos y los trajes de buceo...

...

Reino Ember, 7:32 P.M.