Capitulo 28

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—Ahh... Que fresquito. —Liliana soltó un aire de satisfacción.

Tomó algo de tiempo pero con éxito lograron instalar un sistema de refrigeración para todo el buque factoría. Actualmente se encontraban en la sala de control del barco.

—¡Esto es increíble, Arthur! ¡Con el aire acondicionado podremos mantener las casas frescas durante los días cálidos! —Dijo Alejandra.

—De hecho, sería espléndido que así sea. En algunas partes del reino pueden llegar a haber casos de insolación y algunos bastante serios —Miri asintió con la cabeza.

Ya todas se imaginaban la mansión de Arthur con aire acondicionado. Habría que reconstruir alguna que otra cosa pero no sería complicado.

—Un pasó a la vez, mis amores. Un paso a la vez. —Dijo Arthur, luego miró a Isaak—. Vayamos a ver el compartimento de carga.

Habían esperado un par de horas para que la temperatura del compartimento de carga baje lo suficiente como para mantener la pesca fría y en buen estado.

Cuando se abrió, el vapor helado cubrió sus cuerpos haciendo que se abrazaran a sí mismos. Cómo Arthur ya lo vió venir no reaccionó mucho, simplemente asintió con la cabeza.

Ya había hielo más que formado en el interior, las condiciones eran excelentes para conservar el alimento.

—Bueno, oficialmente este navío ya puede ponerse a trabajar. A partir de ahora los barcos pesqueros deben tener un congelador integrado para preservar la carga.

André e Isaak asintieron con la cabeza.

Arthur pensó que en un futuro no muy lejano ya habrían supermercados con latas de atún, sardinas, diferentes tipos de carnes y hasta sopa enlatada. También es bueno en casos de emergencia ya que la comida enlatada es no perecedera.

Arthur sacó varios papeles que tenía guardados y se los entregó a Isaak y André.

—Los aires acondicionados y refrigeradores que quiero que fabriquen. —Dijo él.

Ya sea para hogares, comercios o industriales, necesitaban un buen abasto en ambos para mejorar la eficiencia en las carnicerías por ejemplo. También en futuros camiones y vagones que trasladen alimentos.

Arthur no acostumbraba a empezar por si mismo en algo, pero si su casa no obtenía aire acondicionado y refrigeradores, sus esposas en serio que lo comenzarían a molestar hasta que lo haga.

Solo por eso, ordenó que se instalarán cuánto antes.

Por supuesto, a diferencia de algunas veces antes, Arthur no iba a regalarle esto al pueblo. Iba a permitir que todos pudieran comprarlos por si mismos así como las venideras radios caseras.

Ya fue suficiente con otorgarles viviendas modernas, aunque básicamente era una inversión ya que los mismos pagan los impuestos de luz y agua.

La sociedad actual de Glideric cada día se asemejaba más a los años 90 con algunas excepciones.

Aún faltaba mejorar el armamento y hacer crecer el arsenal del ejército. Ni siquiera contaban con fusiles automáticos.

La televisión también era inexistente pero Arthur no la necesitaba, sería utim para comunicarse con el pueblo, esparcir las noticias y anunciar el clima por ejemplo. Algún día pensará en ello pero no hoy.

Pero ahora que el tren cubría gran parte de Glideric, Arthur se estaba poniendo manos a la obra para construir torres de radio y repetidores tanto para uso público como militar, por supuesto con frecuencias aisladas y separadas.

Rey De Reyes - Volumen 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora