ESTRELLA POLAR (SASUSAKU)

Capítulo Cinco

POV SAKURA

—Espera, Sakura, por favor... —su voz de súplica me obliga a girar al momento.

—¿Qué quieres, Uchiha?, por que si es para echarme la bronca de nuevo, ya puedes ahorrártelo —contesto cruzándome de brazos.

—Bueno... yo solo... solo quería disculparme por mi comportamiento, sé que a veces puedo resultar algo hiriente, pero es mi forma de ser —responde cabizbajo.

—De acuerdo, acepto tus disculpas, pero no esperes que olvide lo del otro día —contesto haciendo alusión a lo que ocurrió en su casa.

—¿A qué te refieres? —pregunta haciéndose el loco.

—¡Oh, venga...!. No te hagas el desentendido, lo sabes perfectamente, me refiero a lo de la fotografía —lo veo fruncir el ceño—. Mira, no sé quien es el que salía en la foto, pero las formas que tuviste conmigo no fueron las correctas ¿no crees? yo no te he hecho nada y desde el primer día parece que me tienes cruzada.

—Ya te he dicho que lo siento ¿vale? ¿Qué quieres, uhm...? ¿me pongo de rodillas y suplico tu perdón? porque si es así, ¡conmigo no cuentes!  —vuelve a ponerse a la defensiva.

—¿Sabes qué, Uchiha? ¡Olvídalo! no sé ni porque me molesto en hablar contigo —dicho esto, me doy la vuelta y sigo mi camino.

Pero no doy ni cinco pasos que noto un ligero agarre en el brazo, me giro y ahí está de nuevo, sus labios son una línea recta y su ceño fruncido muestra innegable molestia.

—¡Suéltame! ¡¿te has vuelto loco o qué te pasa?! —vocifero mientras me gira hacia él.

—Te lo diré por última vez, niña. Siento todo lo que te he dicho y hecho, y respecto a lo de la fotografía, fue porque tiene mucho valor sentimental para mí.

—¿Quién es el de la fotografía...? ¿es tu hermano, verdad? lo digo por vuestro gran parecido —pregunto cautelosa.

—Así es, era mi hermano mayor, Itachi —responde mientras le veo apretar la mandíbula con fuerza.

—Y... ¿dónde está...? —pregunto temiéndome lo peor.

—Él... él está... —antes de terminar de responderme, sale corriendo.

Me quedo estática en medio de la calle mientras me pregunto qué he dicho o hecho, de nuevo su extraño comportamiento me descoloca por completo, no lo pillo, juro que no sé que hacer con él...

**

Llego a casa y aprovecho que papá está trabajando para sincerarme con mi madre, pues son temas que prefiero evitar hablarlos con él.

—Hola, mamá. ¿Tienes un momento? —pregunto mientras se encuentra atareada en la cocina.

—Por supuesto, cariño. ¿Qué te ocurre, mi vida? —muestra preocupación mientras se quita el delantal y toma asiento junto a mí en la mesa.

—Es... es un chico... —me interrumpe toda emocionada.

—¡Ay, hija! ¿no me digas que te has enamorado? no sabes lo feliz que me haces  —exclama mientras una gotita de sudor rueda por mi sien.

—No, no, no, no, mamá... no es lo que piensas —tartamudeo haciendo aspavientos frenéticamente.

—Oh, vaya... por un momento pensé que...

—Ya sabes que no tengo tiempo para esas cosas, mamá, además, no es para nada mi tipo de chico, es arrogante, soberbio, creído y...

—Te gusta —añade mamá  mientras sonríe ladina.