One shot (OS) - Fanfic de una/pocas parte/s.
Este libro será única y exclusivamente dedicado a OS gxg de Taylor Swift.
Taylor Swift!fem oc
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— NARRADOR OMNISCIENTE —
04 DE JULIO, 2015
Taylor Swift y su círculo cercano estaba reunido en un hotel en Los Ángeles, el cual la rubia había rentado por completo para poder tener un poco de privacidad —al menos dentro de este.
Los invitados eran su familia y algunos de sus amigos. Entre estos estaba una persona no muy conocida por Swift. Solo estaba invitada porque era hija de una íntima amiga de su madre, quien insistió que tuviera presencia en el lugar porque era una gran fan de Taylor y nada le gustaría más que se conocieran.
En el día ni siquiera habían intercambiado palabras, solo miradas.
De vez en cuando, la ojiazul sentía su nuca arder gracias a la vista de alguien puesta secretamente en ella. Cuando se giraba lo que encontraba eran unos ojos color miel observándola casi ensimismados, pero rápidamente se apartaban gracias a que habían sido descubiertos.
— ¿No está en su habitación? —preguntó Andrea, la madre de Taylor.
— No, Austin no está en su habitación —rodó los ojos—, no entiendo porqué se tiene que perder tanto.
— Puedes buscar en la piscina, cariño. Tal vez esté allí.
— Buen punto —asintió—, vuelvo en un minuto —acomodó su cabello, el cual estaba un poco revuelto gracias a la brisa y salió al patio del hotel a buscar a su hermano.
Su teléfono vibró en el bolsillo de su pantalón, y se detuvo un momento para sacarlo y ver qué notificación le había llegado. Resultó ser un mensaje de su publicista hablándole sobre una posible entrevista que tenía que dar en unas semanas.
Comenzó a caminar mientras contestaba, sin fijarse en el camino hasta que chocó con alguien y sintió como un líquido color borgoña fue derramado sobre su camisa.
— Carajo... —maldijo por lo bajo.
— Ay no, ¡lo siento tanto! —empezó a disculparse una voz reconocible para la más alta, quien levantó su cabeza y se encontró con una castaña más baja que ella.
— Adeline —la miró, mientras la sangre iba subiendo a sus mejillas dándole un color carmesí, distinto a su color normal.
— Dios, Taylor, discúlpame en serio. ¡No fue mi intención!
Swift suspiró pesadamente— Está bien, no es tu culpa. No iba prestando atención por donde iba, más bien, agradezco que no me caí a la piscina —rió para intentar alivianar la situación.
