capítulo III: estrella fugaz clasista.

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[¡Advertencia! ¡Advertencia! ¡Se ha encontrado un defecto en el sistema de vuelo! ]

[¡El piloto debe aterrizar ahora o se iniciará la operación de emergencia! ]

[¡Advertencia! ¡Advertencia!... ]

—Joder, que ruidoso— gruño un hombre propinándole un fuerte golpe a la alarma de la nave para silenciarla, tomó el volante de la nave mientras miraba en la pantalla cual era el planeta más cercano donde aterrizar.

“Veamos… “

Vio en la pantalla un planeta de clase media bastante decente donde podría tomarse un descanso y tan solo estaba a un par de estrellas de distancia lo que no llevaría mucho tiempo, estimaba que su nave podría soportarlo. Maniobró la nave espacial para redirigirla hasta ese planeta, pero el mundo siempre esta conspirando en contra de uno.

[¡Error! ¡Error! ¡Error! ¡El sistema no responde! ¡Aterrizaje de emergencia! ]

—¡¿Qué diablos?! —el hombre se exaspero al ver la pantalla, intento desesperadamente retomar el control de la nave pero esta simplemente no respondía y se movió por si misma—¡Este pedazo de chatarra! ¡¿Qué mierda sucede?! — frustrado no pudo evitar llevar sus manos a su cabello blanco y despeinarse.

“Un pedazo de metal no me ganara”

El hombre, Lucas, hizo lo posible en recuperar el control tocando diferentes botones y palancas en la mesa de control manual. La nave era un modelo viejo, de esos que se usaban hace unos 300 años y el más accesible para los de bajos recursos, por esta razón Lucas no estaba familiarizado con un sistema tan primitivo.

“y pensé que era una buena idea hacerme pasar por pobre para verme discreto, que pérdida de tiempo “

El hombre de cabellos blancos vestido con un uniforme militar solo podría pensar en los jodido que estaba. Al final decidió esperar y ver, se acomodo en el asiento del conductor e implementó todos los sistemas de seguridad necesarios para estos momentos.

Al final, el “pedazo de chatarra” salió victoriosa.

⋇⋆✦⋆⋇ 

Ovidio corrió por mucho tiempo hasta que finalmente se percató de que ya nadie lo seguía, lo cual fue un alivio con el único inconveniente de que no estaba seguro de donde se encontraba. Evidentemente era el interior del bosque junto al pueblo, sin embargo, no sabía exactamente en que parte del bosque.

Seguir “estrellas” no es útil cuando no sabes nada de ellas, había corrido hacia la luz resplandeciente que iluminó el camino pero era imposible que encontrará la ubicación exacta solo con eso y ahora estaba perdido dentro de un bosque.

“¿seré imbécil? “

Mientras se cuestionaba seriamente eso camino con aparente calma por el bosque. Lentamente recuperó su calma para así poder racionalizar la situación en la se vio envuelto, admite que fue un poco idiota correr sin un objetivo claro pero no era una opción quedarse en ese lugar sumando a eso el hecho que sabía poco sobre este mundo fuera de lo que ya sabe gracias a la novela, tampoco es que sea muy significativo.

Procuró ser lo más silencioso posible pues no quería atraer nada peligroso a si mismo, ya bastantes problemas tenía. Al menos podía respirar más tranquilo dentro del bosque dado a que nadie lo perseguía, las orejas de Ovidio temblaron suavemente cuando escucho una corriente de agua, ahora agradecía tener orejas de animal aunque se sentía extraño, al menos tenía la audición aumentada.

Se trasladó en silencio hasta el pequeño arrolló que corría frente a él, el agua que debió haber sido transparente estaba sucia y cargada de residuos, además la cantidad de agua era tan poco que parecía que el supuesto arroyo se secaron al segundo siguiente. Pero encontrar agua en este planeta ya era un milagro, por esta razón Ovidio no pensó mucho en el estado del agua y se arrodilló frente al arroyo para beber con sus manos un poco de agua.

Transmigrado a un jodido ABODonde viven las historias. Descúbrelo ahora