Transmigrado a un jodido ABO

Capítulo VI: Culpa al inocente.

Volvió con los nervios a flor de piel mientras los engranajes de su cabeza giraban a gran velocidad, después de haber experimentado la ‘paz' del bosque se había olvidado de esa terrible experiencia en el pueblo donde despertó, solo pensar en como podría haber terminado si no escapaba a tiempo le hacia sudar frío.

Por lo que había teorizado después de haber pasado unos días rememorando su tiempo en el pueblo podía decir que el ‘Ovidio’ original probablemente murió dentro de su casa sin que nadie se enterará además de que era prostituto, se sentía terriblemente mal por el propietario original quien nació en el peor momento y fue obligado a vivir esta clase de existencia por quien sabe cuanto tiempo.

Por eso no quería vivir algo así, no importa como o cuanto tarde, estaba seguro de que encontrará una forma de salir, tiene que ser así.

“Solo tengo que aguantarlo, solo aguantar”

Debía sobrevivir a este mundo extraño, tenía que hacerlo. Camino hasta dentro de la nave con una expresión en blanco, podía sentir la mirada del militar sobre él con curiosidad pero no podía ponerle atención ahora, tiro la bolsa con las frutas en el suelo y se tiro sobre el suelo.

Paso sus manos por su rostro tomando un respiro, se calmo a si mismo que todo estaría bien y mientras tenga cuidado nada malo le pasara. Con una última respiración profundo miro a ‘Dave' a su lado con ojos tranquilos como estanques.

—¿Dave es tu verdadero nombre? — lo miro sin juicio, no había sospecha y escrutinio en ella, parecía que se trata de una pregunta salida de la nada.

—…  Por supuesto que lo es— observo como el hombre de cabello blanco desviaba la mirada mientras tardaba en responder, se percató de como intentaba  esconder sus manos inconscientemente.

“tan malditamente obvio “

—Bien, Dave ¿crees que puedes reparar tu nave? — volvió a preguntar mientras se endereza y mirada con seriedad a Dave, el otro se sintió ligeramente intimidado por los ojos de Ovidio pero rápidamente se sacudió diciéndose a si mismo que eso era ridículo.
—Por supuesto que puedo— el leopardo blanco saco su pecho con orgullo, sus orejas blancas estaban erguidas y su cola en alto, era una imagen cómica y hasta adorable que podría haberse dado tiempo para burlarse, pero ahora tenía algo más importante que decir.

—Entonces, una vez que termines de reparar la nave ¿podrías ayudarme a salir de este planeta? —apretó sus puños sobre su falda-pantalón mientras miraba con determinación al hombre vestido con uniforme, no se atrevió a mostrar vacilación.

“tengo que salir de este planeta basura”

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“¿Qué? ¿Qué diablos dice? “ 

—¿Por qué? — fue lo único qué se ocurrió preguntar, pudo haberse negado de inmediato pero de alguna manera cuando sus ojos chocaron con esos firmeza ojos negros sintió la necesitas de saber, de conocer el origen de esa firmeza,

—Si no logró salir de este planeta, tarde o temprano acabaré en el barrio rojo o incluso peor—  observo como el omega se mordía los labios y como sus ojos negros nunca se desviaron de los suyos, nunca había visto una mirada como esa y mucho menos sobre él —Quiero, no, necesito salir, mis empleadores me están buscando para arrastrarme de nuevo.