𝓓𝗼 𝘆𝗼𝘂 𝗵𝗮𝘃𝗲 𝗽𝘂𝘀𝘀𝘆?

25

–Lo siento Sun, sabes que me siento algo cansado para salir. –¿desde cuándo lo llama así a ese idiota?

Era un jueves, Wonbin y yo habíamos salido de hacer ejercicio.

Siempre íbamos juntos, pero no estábamos pegados el uno a el otro, cada uno hacia lo suyo. Pero hoy, tristemente, el idiota, osea Kim Sunwoo, decidió que era una mejor idea que podría acompañar a Wonbin, y se nos unió.

Bueno más bien a Won, entrenó con el todas esas dos horas, fue tan estresante ver como lo "ayudaba" a hacer un ejercicio cuando en realidad era solo una excusa para tocarle alguna parte del cuerpo.

También tenía que aguantar las ganas de golpearlo, el muy descarado aprovechaba que Wonbin estaba muy concentrado haciendo sentadillas y este miraba su trasero.

–Vamos Park, me has rechazado muchas veces una cita. –y espero que siga haciéndolo. Sunwoo tomó las manos de Wonbin e hizo ojos de cachorro para que este sintiera pena por él y le dijera que si, cosa que no pasaría.

Cada vez que el estaba con Won, le pedía salir a citas, y eso significaba todos los días. Pero Wonbin siempre le decía que no, porque estaba ocupado.

–Pero sabes que pronto se acercan los parciales, debo estudiar, aparte ¿no me dijiste que hoy ibas a una sesión fotografica? –preguntó Wonbin.

Yo estaba ahí en la puerta parado, esperando a que él viniera conmigo porque habíamos dejado la puerta cerrada, y a mi se me había perdido mi llave, y solo Wonbin tenía una Ilave para poder abrirla

–¡Por eso! Hoy tengo una sesión fotográfica, y quiero que un amigo, me acompañe para sentirme seguro. –¿seguro?

Pero si este chico, es actor, modelo y embajador de marcas de lujo, ¿cómo carajos se va a sentir inseguro?

Odiaba que siempre le estuviera rogando a Wonbin, ¿qué no entendía que no le interesaba ni un poco?

–No lo se, es que yo... –Wonbin no se veía tan seguro, me volteó a ver pidiéndome ayuda.

–Vamos Wonbin, sólo esta vez, aparte tenía un regalo para ti. –otra vez con los malditos regalos.

–¿Otros?, pero si hoy ya me diste muchas cosas.

Enserio que me estresaba y me caía demasiado mal que quisiera ganárselo con regalos.

Hoy Wonbin había llegado a la habitación cargado de todos esos malditos regalos, eran no uno, ni dos, eran tres bolsas chanel con diferentes cosas, unos zapatos, una camisa y otra boina; aparte que igualmente le regalo otro ramo de rosas.