Amores Difíciles | Paw Patrol

XIII

Era por la noche, y los canes lo sabían. Estaban eufóricos. Habían pasado la inspección, el equipo seguía en pie e iban a salir a celebrarlo.

Todos estaban vestidos de una manera algo más elegante. Habían decidido ir a un bar de la zona a festejarlo, y allí se iban a encontrar a la alcaldesa y a Katie, más seguramente a Ace. Puede que quizás si que Katie se ganara el perdón de todos ellos. A fin de cuentas, todos estaban sometidos a un engaño, y la rubia no era mala persona.

Varios de ellos ya estaban listos. Los vaqueros y los jerséis predominaban en la sala. Sólo un par de ellos habían optado por una camisa, por ejemplo, Chase y su predominante estilo europeo.

- ¿Y Skye? ¿Dónde está? - preguntó Rocky un poco molesto, ya que estaba tardando demasiado.

- Con Zuma, andan eligiendo que ponerse o no se qué - respondió Rubble tranquilo.

- ¡Ah Rubble! - saltó Marshall - ahora que hablas, me acabo de acordar. Cero alcohol para ti señorito.

- ¡Pero si ya tengo diecisiete! Además, lo he probado cientos de veces con vosotros, que sois unos borrachos de cuidado - protestó el menor -. ¡Y dentro de poco es mi cumple!

- Que me da igual, que luego nos pueden poner una denuncia o algo y no quiero problemas con la policía - al decir eso, Chase lo miró un poco extrañado.

- No voy a detener a Rubble. Marshall, estás paranoico. Deja al niño divertirse - contestó el pastor.

- AAAAAAH - suspiró el dálmata - pero solo un par de copas, ¿entendido?

El bulldog asintió.

- Chinga su madre, a ver si tienen un buen tequila - habló Tracker, entrando por la puerta. Venía de la cocina.

- ¿Qué hacías allí? - preguntó Rex - ¿No estarías buscando bebida, no?

- Esa es Everest, no yo - contestó el chihuahua -. No soy un alcohólico.

Al decir eso, consiguió que todos los presentes lo observaran con una mirada juzgante.

- Tú, Zuma y Skye son los que más beben - escupió Rocky -. Los hispanos tenéis problemas graves con eso de no estar ebrios.

- Error, somos los que estamos más acostumbrados al alcohol - corrigió Skye, que venía del pasillo procedente de las habitaciones. - Vosotros, panda de gringos, no entendéis lo de empezar a beber con trece años.

- Exacto, así tenemos más resistencia - contestó Tracker sacando la lengua.

- Creo que eso no va así - suspiró Rex.

- ¡Fiesta! ¡Yujuuuuuuuuu! - exclamó Liberty entrando también en la sala.

- A esta no le hace falta vodka ni nada para ponerse contenta - comentó Rocky.

Con eso, consiguió llevarse un golpe de parte de Rex.

- ¡Con Libby no!

- Sois todos una banda de autistas - respondió Everest. Llegaba del sótano.

- ¿Qué hacías ahí abajo? - preguntó Marshall.

- Preparando la zona para esconder el próximo cadáver - contestó burlona ella.

- ¿Me tiene que dar miedo o risa? - siguió el dálmata.

- Solo procura que no sea tu cuerpo - susurró Tracker.

Everest esbozó una sonrisa de satisfacción.

- ¿Nos vamos o qué? - preguntó finalmente Zuma apareciendo.