Capitulo 2

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Después de permanecer varios días en el hospital, Taeyong se sentía bien físicamente y realmente ya no quería seguir hospitalizado por más tiempo, por lo que una vez más habló con Park Bora de que quería ser dado de alta.

Park Bora dijo entonces que iría a preguntarle al médico.

Taeyong estaba esperando a solas en la sala, sentado en el asiento que estaba al lado de la cama del anciano con apoplejía quizás nunca más vuelva a despertar, a veces, cuando está durmiendo en medio de la noche, pensando que había una persona acostada a su lado, pero que no podía hablar ni moverse, de hecho, pensando en ello, era bastante lamentable.

En ese momento, la puerta de la sala se abrió, pensando que Park Bora había regresado, volteó a mirar, sin embargo, para su sorpresa, no esperaba que la persona que entrara fuese un hombre de unos cuarenta años, en el instante en el que lo vio, Taeyong se quedó helado.

¡¿Taeil?!

Taeil también se sorprendió hasta el punto de congelarse por unos segundos cuando lo vio, luego espetó un tanto aturdido: "¿Tú... Tú... estás despierto?"

Taeyong parpadeó, estaba aún más sorprendido que Taeil, no esperaba despertarse a los pocos días y encontrarse con su antiguo amigo cara a cara.

Taeil avanzó unos pasos y se paró frente a él, este rudo amigo, que se veía un tanto mayor estaba tan emocionado que su cara estaba un poco roja. Golpeó con su mano el hombro de Taeyong, tan fuerte que Taeyong se sintió un poco adolorido; con gran entusiasmo dijo: "Amigo, tú no me conoces, pero yo a ti sí, te conozco muy bien". Señaló a la cama de enfrente con el dedo en el que llevaba enganchada una funda de comida: "Ese de ahí es mi papá, mi padre lleva ahí tirado más de seis meses, te veo cada vez que vengo. Oye, mi padre está en esta edad, pero en cambio tú todavía eres tan joven, como para consumir toda tu vida allí acostado para siempre, tu madre no lo hubiese soportado un días más, estaría acabada, no esperaba que realmente fueras a despertar, jaja, buen trabajo". Palmeó con fuerza el hombro de Taeyong, su rostro esbozaba una sonrisa muy sincera.

El corazón de Taeyong estaba temblando, se agarró al brazo de Taeil, tan emocionado que no podía hablar, quería gritar "Hermano Wei", pero para Taeil ahora, solo era un extraño que coincidentemente resultaba llamarse Taeyong.

Taeil lo miró con extrañeza y luego preguntó: "Hermano, ¿qué te pasa? ¿No te sientes bien, te duele en alguna parte? ¿Llamo al médico por ti?"

"No, no es necesario. Eso, tú, no te rindas, quizás el abuelo también se despierte algún un día".

Taeil puso las cosas que llevaba junto a la cama de su padre, luego se sentó en una silla y suspiró: "No hay esperanza, un derrame cerebral a esta edad... simplemente está aguantando, está medio muerto, es difícil, toda la familia está sufriendo, pero no podemos simplemente verlo morir". Taeil miró a su padre: "No importa, por ahora sigue con vida".

Su voz era sombría y cansada, lo que hizo que el corazón de Taeyong se sintiera especialmente triste. Taeil lo estaba haciendo bien en el círculo del entretenimiento, su trabajo era relativamente una mezcla de muchas cosas que él era responsable de realizar, como gerente, tenía una amplia gama de contactos, muchos novatos tienden a admirarlo, a pesar de que los ingresos de Taeil son relativamente buenos, pero para mantener a su esposa e hijos, y al mismo tiempo, tener que cuidar de su viejo padre, además de cubrir diariamente las facturas del hospital, sin duda era una carga pesada. Ahora, a pesar de que habían pasado solo dos años, Taeyong sentía que Taeil se veía mucho mayor que antes.

Taeyong quiso entonces consolarlo con un par de frases, pero temía que al decir demasiado revelara algo. Decir que había alguien más viviendo en este cuerpo, era demasiado, ninguna persona normal podría creerlo, ¿verdad?

White Lie - JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora